La fiesta de París calienta motores

Los jugadores ya alistan su debut y lamentan la baja de Roger Federer. Andy Murray recuerda con entusiasmo a Pedro Rebolledo.




Martillazos en algunos stands... Últimos detalles para la apertura de restaurantes, y en Roland Garros las filas comienzan a organizarse a la entrada de las canchas donde se juegan las últimas calificaciones. En los courts del 1 al 18, Rafael Nadal se entrena con Andy Murray mientras Djokovic lo hace con el croata Borna Coric y el uruguayo Pablo Cuevas hace lo propio con el canadiense Milos Raonic.

A esa misma hora, en el Club Les Loges, dentro de este verdadero universo que es el abierto de tenis de París, se realiza el sorteo. Los ¡ay! y ¡uy! se alternan cuando un francés se enfrenta a un compatriota en los primeros partidos.

Este ambiente indica que Roland Garros está listo para el pistoletazo inicial, pero este año el ambiente es distinto. El que durante años ha simbolizado la elegancia que caracteriza al torneo parisino y uno de los preferidos del público local, y que ha disputado 65 torneos del Grand Slam consecutivos, debe ausentarse de la gran cita francesa a causa de una lesión en la espalda que le impidió también disputar el Masters 1000 de Madrid.

“Aunque comenzamos más o menos en la misma época, él ha jugado más grand slams que yo, eso es seguro”, se sorprendía Serena Williams después de su práctica. “Es increíble que no juegue, pero significa también que se preocupa de su futuro y de los Juegos Olímpicos de este año, de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos y que quiere llegar con posibilidades. Pero es una pena no verlo en la cancha, él realmente es esencial”, comentaba la numero Uno.

Como una pérdida lo calificaba por su parte, Novak Djokovic, para quien el título parisino sigue siendo el gran ausente de su palmarés: “No estamos acostumbrados a ver a Roger ausente en estas grandes citas. Por lo mismo pienso que su lesión no debe ser simple, si no hubiera venido. Pero incluso sin él, será un gran torneo”, afirmaba el número uno, quien debutará ante el taiwanés Yen Hsun Lu (100º).

Rafael Nadal, aseguraba en cambio, que la ausencia del suizo “no cambia nada” para él. “Entiendo que para los fans, los torneos, y para el mundo del tenis es una noticia negativa.  Pero lo mismo pasó en Madrid, en Indian Wells,  en Miami, y en  Dubai, en cada torneo un gran jugador como él no puede participar, lo que es negativo para el mundo del tenis”, dijo el mallorquín, que se estrenará ante el australiano Sam Groth (95º).

Algunos han visto en Nadal al gran beneficiado con esta ausencia. Propulsado a cuarto cabeza de serie, debiera evitar a un grande como Djokovic en cuartos y teóricamente tener un grupo más fácil, pero el mallorquín no lo cree así: “Nunca sabes lo que es suerte. Estando quinto quizás hubiera tenido mejor cuadro que el que tengo como cuatro. Creo que el cuadro que me tocó no es bueno, y a nivel general, es complicado. Si antes de empezar me preguntan si prefiero ser cuatro que cinco, digo que sí, pero al final es un tema de sorteo, y cualquier cosa puede pasar”.

Otro que peligró su presencia en París fue el local Jo Wilfred Tsonga, que se retiró de Roma, pero que decidió continuar la temporada porque sus kinesiólogos le dijeron “que estaría bien”.  El galo tuvo su preparación en arcilla en el circuito sudamericano. “Una oportunidad de liberar de stress mis articulaciones”, admitió.

De Sudamérica se acordó también Andy Murray, un tenista que por fin demuestra su potencial en arcilla. Consultado por La Tercera sobre el tiempo que pasó junto a Pedro Rebolledo en la Academia de Tenis de Arantxa Sánchez Vicario, reconoció: "No tengo recuerdos muy claros, pues fue hace 13 o 14 años, y además creo que pasó más tiempo con mi hermano. Pero era un buen tipo, un poco pequeño, (risas) pero simpático. Muy trabajador, como todos los entrenadores allí. Ponían a trabajar duro a los jugadores y yo lo disfrutaba mucho".

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