La fórmula con que Estados Unidos domina al mundo

Los analistas no estaban equivocados. Todos los diversos modelos publicados por economistas (PWC, Goldman Sachs, Colorado College) acerca de la distribución de medallas en Londres 2012 tenían a Estados Unidos como ganador absoluto de los Juegos Olímpicos, por sobre China, líder de la tabla en Beijing 2008.

La derrota de los norteamericanos ante los locales de hace una Olimpiada fue la primera desde Barcelona 1992, cuando el Equipo Unificado (ex URSS) encabezó la lista. Aunque hubo preocupación, el efecto de la localía favoreció al gigante oriental y la esperada recuperación de Estados Unidos está a horas de consolidarse en el medallero.

¿Cuál es la fórmula para mantenerse arriba por tantos años? Según los modelos citados, la base está en la población, el PIB del país y su respectivo per cápita. También hay un par de situaciones particulares que pueden sonar extrañas en Chile y en el resto del orbe.

Mientras en casi todo el mundo se emplaza al gobierno para obtener más recursos, en Estados Unidos no hay apoyo público para los deportistas. Su comité olímpico (USOC) no recibe un mísero dólar del Estado y se autofinancia gracias a jugosos acuerdos económicos pactados con el Comité Olímpico Internacional (COI) en 1996.

Según este contrato, el USOC recibe el 12,75% del total por los derechos televisivos que paga la NBC por la transmisión de los Juegos. Entre Vancouver 2010 y Londres 2012, la entidad norteamericana sumó US$ 250 millones.

Otro ítem polémico dentro del contrato es el que obliga al COI a cederle al USOC el 20% de lo pagan los auspiciadores oficiales, mientras que las otras 204 federaciones se reparten esa misma cifra. Este contrato sería revisado recién en 2020.

Becas y educación

En el contexto norteamericano, los jugadores de tenis de mesa tienen derecho a sentirse indignados. Su deporte es el que menos financiamiento obtiene, con "sólo" US$ 577.648 al año, mientras que la natación es la más apoyada, con US$  10.668.535.

Anualmente, el USOC reparte una cifra de US$ 150 millones en becas  para especialistas olímpicos, casi cinco veces lo que invierte Chile en el Plan Olímpico. A su vez, el sistema recibe donaciones de las empresas privadas, que así pueden deducir impuestos.

El país también cuenta con infraestructura adecuada en escuelas y universidades, además de un centro educacional en la Universidad de Michigan, en la cual los deportistas pueden continuar sus estudios después de finalizar su carrera.