La liga de vóleibol toma fuerza de las extranjeras
Varios clubes femeninos tienen refuerzos de buen nivel, que incluso han sido seleccionadas de sus países. Destacan argentinas y brasileñas y hasta hay una filipina.
Más de un idioma y varios acentos pueden escucharse durante los partidos de la Liga A1 Femenina. La competencia, que crece año a año, se preocupó esta temporada no sólo de conseguir refuerzos extranjeros, sino que estos fueran de alto nivel. Y lo consiguieron.
No son las únicas, pero destacan la estadounidense de origen filipino Bonita Wise, en Boston College; la brasileña Andressa Moretto y la argentina Elina Rodríguez, en Cerro Navia; y las transandinas Julieta Vega, en Alemán de Concepción, y Andrea Agüero, en Manquehue. Sus equipos, precisamente, son los que accedieron a las semifinales.
Wise nació el 6 de junio de 1981, en Manila. Ha hecho toda su carrera en Estados Unidos, especialmente jugando por una universidad, pero también ha vuelto a Asia, para jugar vóleibol.
"Allá conocí a Chris Vorpahl, jugando en la liga de Indonesia. Ella me trajo acá", dice la jugadora, bien complicada con el español.
Sobre la liga chilena, Wise asegura que "creo que el nivel en Chile es bueno. Las jugadoras son muy jóvenes, pero tienen esta competencia y creo que les servirá para el futuro".
Andressa Moretto, nacida el 29 de mayo de 1987, en Medianeira, estado de Paraná, fue seleccionada de su país en la Universidad de Turquía, en 2005. La jugadora de Boston asegura que la liga chilena tiene una categoría "muy buena. Aunque Chile debería invertir más en equipos para la liga. Seis es poco. Más personas deberían dedicarse a este deporte, para crecer en campeonatos y selecciones".
Elina Rodríguez, compañera de Moretto en Cerro Navia, nació el 11 de febrero de 1997 en El Trébol, Santa Fe. Para la transandina la competencia local "la verdad es que me parece muy buena, hay mucho nivel y varios equipos fuertes".
Seleccionada de su país en los mundiales de Turquía 2011 y Tailandia 2013, también ha jugado cuatro sudamericanos en series menores y adulta, además de una Copa Panamericana menor.
"Me contactaron a través de un entrenador de Jujuy y me pareció una idea muy buena venir a Chile. Entonces hablé con el entrenador y acordamos todo", relata.
Una crítica similar a la de Moretto hace Andrea Agüero, de Manquehue. "La liga ha estado muy mal organizada. Es una lástima que sólo este año hayamos sido seis los equipos en competencia, por lo cual se nos hizo más monótona. Sí me parecieron muy interesantes los refuerzos que vinieron", dice la sanjuanina.
Agüero nació el 29 de septiembre de 1988. Fue preseleccionada argentina antes de los 15 años, después se fue a España, donde fue seleccionada catalana.
Finalmente, Julieta Vega, de Alemán de Concepción, también jugó el Mundial de Tailandia, así como el Sudamericano de Perú y el Panamericano de Guatemala.
La mendocina asegura que "la liga chilena es bastante buena, competitiva, a pesar de que algunos equipos son superiores".
La transandina llegó a la liga nacional por el técnico del Alemán, Jorge Facchini, quien ha sido parte fundamental de su desarrollo como voleibolista: "El me conoce hace mucho tiempo. Yo diría desde que empecé a jugar vóleibol".
Fevochi no lo esperaba
En la Federación de Vóleibol tomó por sorpresa que llegaran jugadoras de tan alto nivel. Jorge Pino, coordinador de la Liga, explica que "tuvimos que jugar en el segundo semestre, porque en el primero la selección menor clasificó al Mundial. Eso generaba varios problemas, porque la liga se topaba con otras de Sudamérica. Que ellas hayan preferido Chile demuestra que el campeonato es serio, que se paga cuando se dice y todo eso".
Fevochi paga a dos extranjeras por equipo, a través de un proyecto de ADO Chile, que también incluye la alimentación y transporte. "Se nos pidió que la liga fuera con partidos de local y visita y nosotros no estábamos preparados para cinco localías diferentes, pero lo conseguimos", explica Pino.
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