La maldición de los ídolos que se arriesgan en la banca de Colo Colo

En los últimos diez años, los DT que llegaron con el aval de su éxito como jugador dejaron el club, en general, de mala manera.




Cuando Hernán Levy decidió buscar a Ivo Basay y entrar en un conflicto con O'Higgins, apeló entre otras cosas al habitual argumento de que el "Hueso", por su pasado como jugador algo, tenía el conocimiento de la presión que significa estar en el equipo. Además, los dirigentes suelen pensar que la condición de ídolos generará más paciencia en los hinchas. Una teoría que generalmente en los últimos diez años no se ha cumplido en la práctica en el "Cacique", como lo demuestra la actual situación.

Jaime Pizarro: con seis títulos nacionales y tres internacionales como jugador, en 2002 el "Kaiser" asumió la banca de Colo Colo en la quiebra. Era su primera experiencia y la celebró con un título en su  primer año en el cargo, pese a las dificultades. Dirigió cinco torneos, y en los de 2003 perdió las dos finales ante Cobreloa. En el Apertura 2004 el ahora gerente técnico del club fue eliminado por Huachipato en cuartos de final y se fue.

Ricardo Dabrowski: el goleador de Colo Colo en la Libertadores no tuvo éxito en sus dos períodos. Asumió primero en el Clausura 2004, donde fue eliminado por Cobreloa en semifinales. Regresó para el Clausura 2005, en el que La Serena lo dejó en el camino en cuartos.

Marcelo Espina: uno de los grandes ídolos de Colo Colo en los 90'. Se arriesgó y en su primera experiencia como técnico tomó banca alba en 2005. Pero tras los resultados del Apertura y la eliminación en los cuartos de final de los playoffs (Huachipato) fue destituido.

Fernando Astengo: tuvo la difícil tarea de reemplazar a Claudio Borghi en medio del Apertura 2008. Tras 14 partidos, llegó a la final con Everton, que dejó escapar de manera increíble, tras ganar 2-0 en el Monumental, pero perder 3-0 en Sausalito. Después de diez partidos del Clausura 2008 se fue.

Marcelo Barticciotto: debe estar entre los más grandes ídolos de los hinchas colocolinos. No sólo fue protagonista de la Libertadores de 1991, sino que siempre fue muy evidente en su amor por la camiseta. Llegó en agosto 2008, tras la salida de Astengo (14 patidos) y ganó el Clausura. Pero el 17 de abril de 2009 renunció (11 partidos), en medio de una campaña irregular y conflictos con los líderes del plantel. Cuando quiso ser candidato a la Corporación, incluso fue escupido.

Ivo Basay: ByN lo contrató apelando al discurso del ídolo, tras la salida de Américo Gallego. En el Clausura 2011, en el que dirigió 16 partidos, fue eliminado en semifinales por Cobreloa. En el actual torneo nunca dio con un equipo estable, mostró un bajo nivel de juego y cosechó un registro histórico: tres derrotas consecutivas en el Monumental. Así, se fue sin haber dirigido un torneo completo en Colo Colo.

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