La noche más triste de la UDI
Aunque por petición explícita del comando de Sebastián Piñera la UDI no profundizará en cuestionamientos, lo cierto es que para después de la segunda vuelta se espera que haya cambios en la dirigencia.
En completo silencio,dos personas revisaban los resultados electorales en el salón principal de la sede de la UDI, en calle Suecia. En otra habitación, no más de 10 militantes miraban la participación des u timonel , Jacqueline van Rysselberghe, en un programa de TV.
Pocos llegaron hasta la sede de la colectividad el domingo 19: los ánimos no eran los mejores, el partido alcanzó 30 diputados -de los 34 que esperaban- y se habían perdido candidaturas importantes, como la aspiración senatorial de Andrea Molina en Valparaíso o la de Gustavo Hasbún en La Araucanía.
En la misma sede, además, varios comentaban lo "doloroso" que había sido la derrota del secretario general del partido, Pablo Terrazas, quien no alcanzó la diputación en el distrito 11. Junto a su esposa, Catalina Brautigam, el abogado estuvo en su oficina en el segundo piso de la UDI y quienes conversaron con ellos reconocen que estaban "visiblemente afectados".
El resultado obligó a la directiva a suspender la celebración que habían organizado para el día siguiente y que estaba en manos del productor Carlos Caviedes.
Aunque por petición explícita del comando de Sebastián Piñera, la UDI no profundizará en cuestionamientos, lo cierto es que para después de la segunda vuelta se espera que haya cambios en la dirigencia. Al respecto, Van Rysselberghe ya transmitió que no dejará su cargo y que defenderá la permanencia de Terrazas.
En la UDI, en tanto, comentan que figuras históricas del partido, como el senador Juan Antonio Coloma, Hernán Larraín o Andrés Chadwick, podrían tomar un rol clave tras el 17 de diciembre, para definir el futuro del partido.
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