La realidad de los planteles que reciben menos recursos del Estado
La U. de Atacama y la UC Santísima Concepción son las que menos aportes fiscales recaudan, entre públicas y tradicionales.
Las discrepancias entre las universidades estatales y tradicionales privadas se han producido por la cantidad de recursos que entrega el Estado a los planteles y por la petición de las primeras de recibir un trato especial, en su condición de instituciones fiscales.
Sin embargo, la discusión que concentra por estos días a las principales casas de estudios del país toca con mucho más profundidad a un grupo de planteles, fundamentalmente de regiones, entre privadas y públicas, que a la hora del balance son las que recaudan menos aportes fiscales.
El Estudio Sobre Financiamiento Fiscal a la Educación Superior 2013 de la Contraloría muestra estas diferencias en los aportes (ver infografía).
La U. de Atacama, de Copiapó, es la universidad estatal que menos Aporte Fiscal Directo recibió en 2013, con $ 1.608 millones, monto muy distante de los $ 36 mil millones que entregó el Estado a la Universidad de Chile en esta misma categoría. Su rector, Celso Arias, confiesa que mantenerse con escasez de recursos no ha sido tarea fácil. "Esto ha sido así desde nuestro origen, en 1981, cuando dejamos de ser sede de la U. Técnica del Estado", comenta.
"Hasta ahora, hemos logrado subsistir con aportes menores, manteniendo el equilibrio en las finanzas y postulando a fondos regionales, que destinamos en abrir y equipar laboratorios y salas de clases, pero necesitamos mayores recursos porque la región nos exige seguir creciendo", agrega.
Además de las carencias en infraestructura, otra de las dificultades del plantel es evitar la deserción de sus alumnos. "Dos tercios de nuestra casa de estudios la componen alumnos vulnerables de los tres primeros quintiles, que no rindieron una buena PSU, por lo que debemos destinar muchos recursos en evitar que los alumnos se vayan. Para mantener la acreditación, la CNA nos exige que la deserción no supere el promedio nacional y lo hemos logrado, pero tenemos que destinar mucho financiamiento en nivelar alumnos", señala.
Por lo mismo, tiene sus esperanzas puestas en la Ley de Presupuestos 2015. "El Estado habla de que la educación es un derecho social, por lo que tiene la obligación de hacerse cargo de sus universidades", critica.
Y si el aumento de recursos se hace real, el rector ya sabe en qué invertirá. "Ampliaríamos infraestructura y matrícula, para evitar que nuestros alumnos tengan que irse de la región para continuar estudios. Tenemos carreras a las que postulan 300 estudiantes y apenas tenemos capacidad para 80", afirma.
CRÉDITOS PARA CRECER
La Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) no es estatal, depende del Arzobispado de Concepción, sin embargo, de las universidades del Cruch, es la que menos platas recibe, con $ 1.251 millones
Su rector, Juan Miguel Cancino, advierte que sus problemas son similares a los de la U. de Atacama. Sin embargo, ellos han podido crecer en infraestructura.
En diciembre inauguraron el edificio Monseñor Ricardo Ezzati, una moderna instalación de 9.800 metros cuadrados que alberga a casa central. "Pero para lograr eso, debimos endeudarnos en créditos por 15 años", señala la autoridad.
"También abrimos una sede en Cañete, solicitada por la comunidad, donde impartimos carreras técnicas diseñadas para aportar en las necesidades locales".
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