La redes políticas detrás del controvertido acto evangélico
Una reunión entre religiosos y la avanzada presidencial no fue suficiente para impedir que La Moneda se viera sorprendida por las críticas a Bachelet, lanzadas en el tedeum de hace una semana, fuera de todo protocolo.
Días antes del 10 de septiembre, representantes evangélicos se reunieron con el equipo de avanzada presidencial para informar los detalles del tedeum que se realizaría ese domingo, ceremonia de la que la Presidenta Michelle Bachelet se retiró mientras se entonaba el Himno Nacional, evidentemente molesta por las críticas a las políticas de su gobierno lanzadas desde el púlpito central.
En La Moneda dicen que en dicha reunión no se le informó al equipo de avanzada que una de dichas intervenciones estaría a cargo de Eduardo Durán Salinas -candidato a diputado de RN-, quien, pese a ser diácono y no obispo, pudo ofrecer un discurso. Representantes de las iglesias evangélicas dicen que existe un norma tácita que impide que un diácono pueda ser orador en una instancia de este tipo, algo que -agregan- está reservado para pastores y obispos.
En su intervención, Durán Salinas cuestionó la "promulgación de leyes que van en contra de todos nuestros principios" y abordó su postulación parlamentaria.
En Palacio agregan que tampoco se mencionó la participación de algún extranjero. Pero ese domingo intervino el estadounidense Donnie Swaggart, hijo de Jimmy Swaggart, un controvertido pastor que es considerado en EE.UU. como uno de los precursores de la predicación a través de televisión. "Le pido a todo evangélico del país que ore por sus líderes, pero también les recuerdo que la Biblia nos manda a participar en todo el proceso político y electoral", dijo Swaggart ese día. Si bien fue el discurso de Durán Salinas, dicen, lo que provocó la principal molestia de Bachelet, en La Moneda precisan que fue el mensaje de Swaggart lo que más enfureció al equipo presidencial. Hasta hoy, en el gobierno recuerdan su alocución como "un llamado a los evangélicos a votar en bloque".
En un documento de dos carillas, al que accedió La Tercera, se había diseñado un programa contemplado para el tedeum, en el que se lee que el coordinador sería el pastor Patricio Moya, secretario ejecutivo del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas. En La Moneda, sin embargo, dicen que no se les entregó dicho texto, en el que se señalaba que las palabras de bienvenida serían del obispo Eduardo Durán Castro (padre de Durán Salinas e integrante del consejo ciudadano de Sebastián Piñera). En el resto del programa figuraban las intervenciones, entre otros, de los obispos Emiliano Soto, Jorge Muñoz, David Yáñez y Jorge Méndez. Este último también es parte del consejo ciudadano de Piñera y en el tedeum aseguró que "se ha atentado contra la familia chilena" por el proyecto de matrimonio igualitario.
"Hace dos semanas se confeccionó un programa que acordamos, y sorpresivamente nos dimos cuenta ese mismo día que había cambios no acordados por todos", diría Emiliano Soto después del evento, graficando lo que en el oficialismo consideran como una "operación política" de los sectores evangélicos vinculados con la oposición. Soto es considerado en la Nueva Mayoría como cercano al centro, aunque él ha negado tener una inclinación política determinada. Y las "sorpresas" a las que él aludía provenían, precisamente, de figuras vinculadas a la centroderecha. Durán Salinas además de postular a la Cámara por RN, fue gobernador de la provincia de Ñuble durante el gobierno del ex mandatario. En tanto, Moya -quien dijo en el tedeum que "no ha habido leyes urgentes para las necesidades reales de la gente"- fue candidato a concejal de Pudahuel en 2012 por RN. Y en el oficialismo añaden que es cercano al ex alcalde Luis Plaza. De hecho, recuerdan que Moya dirigió la Oficina de Asuntos Religiosos en Cerro Navia durante el mandato de Plaza.
Ese día, además, varios vieron en el tedeum a Andrea Ojeda, candidata de RN a diputada, quien en 2011 dejó su rol como jefa de la Dirección de Gestión Ciudadana de La Moneda -bajo el gobierno de Piñera-, luego de la polémica que se levantó por la respuesta que se envió tras un correo en el que se invitaba al entonces Presidente a un homenaje para el ex agente de la Dina Miguel Krassnoff. "(el Presidente) nos ha solicitado expresamente manifestarle sus felicitaciones y sus mejores deseos de éxito, como también su saludo afectuoso a quienes asistan a este homenaje", decía el texto validado por Ojeda.
Otro de los que participaron en el tedeum fue el pastor Sabino Larenas, a quien varios dicen haberle escuchado lanzar epítetos a Bachelet. De hecho, quienes asistieron afirman que fue obligado a retirarse del evento.
Los que han compartido con él en las iglesias evangélicas dicen que no tiene un nexo directo con la derecha. Sin embargo, otras fuentes recuerdan que fue vicepresidente de Aire (Alianza Independiente Regionalista), un extinto partido que tuvo como uno de sus principales dirigentes a Juan Carlos Moraga, un socialista que se exilió en la Alemania Federal y a quien han acusado de haber trabajado, tras regresar a Chile, con la Central Nacional de Informaciones (CNI) de Augusto Pinochet, aunque él lo ha negado.
El 23 de diciembre de 2011, Mario Pascual Prado, entonces concejal socialista de Punta Arenas, publicó una carta en el diario electrónico Radio Polar acusando a Moraga. "Resulta peligrosa la acción política en nuestra región de un personaje vinculado a los servicios secretos de la dictadura; más aún si pretende reafirmar un referente político (Aire)", se lee en esa publicación. Y se agrega que Moraga "creó en 1987 el llamado Partido Socialista Chileno para defender a Pinochet". La acusación va en línea con quienes creen que el Partido Socialista Chileno (PSCH) fue una colectividad creada para apoyar al régimen en sus últimos años, mientras que el PS tradicional estaba proscrito.
Aquella vez, Moraga negó las acusaciones y respondió con una carta: "La inscripción del PS Chileno responde a que un gran número de socialistas democráticos, como el ex ministro del Interior de Allende Carlos Briones, Eduardo Long Alessandri, entre otros, en coordinación con Gutenberg Martínez, de la DC, y José Tomás Sáenz, del Partido Humanista, estimaron que la lucha contra la dictadura debía realizarse ganando espacios de legalidad y sin clandestinaje, para lo cual era necesario inscribir los partidos".
Otro de los protagonistas de la polémica derivada del tedeum es el director de comunicaciones del Concilio de Iglesias Evangélicas, Cristián Nieto, quien, días después del evento, rechazó la reacción del gobierno y habló de un "enfriamiento" de las relaciones con La Moneda. Nieto fue candidato a diputado de RN por Cerro Navia en 1997. Pero hay otro antecedente: asesoró a Augusto Pinochet Hiriart en el período en que el padre de este último se encontraba detenido en Londres y, después, con él ya en el país, aún como senador designado.
Cercanos a Nieto ratifican esa información, aunque dicen que con su asesoría se buscaba lograr acercamientos con el gobierno para mejorar el clima en el país. Y agregan que en el año 2000, Nieto y Pinochet Hiriart se reunieron, con ese objetivo en mente, con Heraldo Muñoz. En el entorno del actual canciller confirman el encuentro y explican que los recibió por petición de Ricardo Lagos, a quien se le había solicitado la reunión. Esto, antes de que Muñoz asumiera como subsecretario de RR.EE., cuando Lagos ya era presidente electo.
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