La vida de aventuras de Harrison Ford

Desde su primer trabajo con George Lucas, en American grafitti (1973), el que lo lanzaría a la fama, Harrison Ford no paró de cosechar éxitos. Y vendrían los personajes que lo convirtieron en leyenda: el ícono cool de las aventuras espaciales en la saga Star Wars en los 70, y luego en el inigualable arqueólogo con fobia a las serpientes en las  Indiana Jones durante los 80.

Los papeles de aventurero calzan perfecto con una pasión que, en su juventud, se vio reprimida por problemas económicos: la aviación. Durante la década del 60, Harrison Ford  intentó desarrollar sus destrezas como piloto aéreo. En esa época, en la que rozaba los veinte años, debía cancelar  $15 dólares por una hora de clases en Wisconsin, lo que después de unas cuantas sesiones se le hizo imposible, así que las dejó. A mitad de la década partió a California para buscar trabajo como actor, en una carrera que lo llevaría a la cima con las sagas ya mencionadas, y con papeles igualmente inolvidables en cintas que van desde Blade Runner, a Juegos de patriotas, a Air Force One.

En los 90, su interés por los aviones renació, y decidió comprarse un ejemplar. Se trató de un Gulfstream II, jet privado capaz de alcanzar los 45 mil pies de altura y más de 900 kilómetros por hora. En esa ocasión, Terry Bender, un experimentado piloto fue quien se encargó de retormar sus clases de pilotaje para que, finalmente, en 1996 obtuviera su licencia de piloto privado. No sólo se ha dedicado a volar por placer, también ha prestado ayuda al Servicio de Socorro, en Estados Unidos y, ha recibido distinciones como el Legends Aviation Legacy Award, por su trabajo con jóvenes pilotos y su amor por el aire.

Aterrizaje forzoso

En 1999, el actor de 72 años tuvo su primer accidente en helicóptero mientras sobrevolaba el lago Piru, en California, del cual zafó sin heridas de gravedad. Un año más tarde, durante un viaje con seis personas en Lincoln, Nebraska, la nave sufrió un desperfecto  del que  no resultó ningún herido de gravedad.

Y está el accidente del jueves pasado, el que recorrió el mundo entero a través de la alarma de las redes sociales. El avión que pilotaba presentó problemas, lo que lo obligó a realizar una maniobra de emergencia en medio de un campo de golf en Los Angeles. A pesar de que la máquina -que data de la Segunda Guerra Mundial- quedó con grandes pérdidas, sus doctores esperan una positiva evolución. Su hijo Ben, escribió a través de su cuenta de Twitter: "Es el hombre que todos imaginamos. Es un hombre increíblemente fuerte".

El actor fue atendido por personal capacitado poco después de sufrir la caída, que según testigos lo dejo con un gran corte en la cabeza debidio al fuerte impacto contra el suelo. Sus conocimientos en pilotaje, le permitieron realizar una maniobra que lo alejó de haberse estrellado contra las casas cercanas al sector. El productor de cine y además experimentado piloto, Ryan Kavanagh, señaló: "El realizó el giro correcto. Harrison hizo lo que los mejores pilotos del mundo habrían hecho".

Ayer el avión fue enviado a un covertizo para iniciar el peritaje a cargo de Patrick Jones, quien señaló: "Este proceso (de investigación) durará probablemente entre un par de semanas y un mes, pero el informe definitivo no será publicado hasta dentro de un año", indicó la agencia AFP.

Independiente de sus más de siete décadas y sus recientes accidentes (en 2014 se quebró un tobillo en medio cuando retomó su papel de Han Solo), Ford continuará con los proyectos que tiene preparados para este año, entre los que están la entrega de Star Wars: episodio VII, The age of Adaline y Blade Runner 2, de la cual aún no hay fecha de estreno, pero en la que Ford fue confirmado dentro de su reparto recientemente.