La vida en Rancagua del sacerdote exorcista

Oriundo de Pichiguao y actual capellán de Gendarmería, Luis Escobar (57) fue designado por el obispo Alejandro Goic.




De exorcismis et supplicationibus quibusdam, que en latín significa algo así como "De exorcismos y otras oraciones". Eso dice, en su portada, un libro rojo, con tapas de cuerina y poco más de 85 páginas de espesor. Se trata del ritual romano para los eventos que la fe católica describe como "posesiones". El mismo que, entre otros textos, utiliza el sacerdote Luis Escobar Torrealba (57), de la diócesis de Rancagua, en la Sexta Región.

Titulado como profesor de educación general básica y oriundo de la pequeña localidad de Pichiguao, en la provincia de Cachapoal, este religioso fue designado para aquella tarea por el obispo Alejandro Goic mediante el Decreto Nº 66. Noticia que el propio obispado ratificó a través de un comunicado de prensa: "Los obispos tienen la facultad de nombrar a un presbítero para realizar exorcismos (...); en este caso, se trata de una licencia concedida para solicitudes particulares que se recibieron".

"Nunca he escuchado nada de eso, aquí el padre Luis vive preocupado de los estudiantes y de los presos", cuenta Eloísa Martínez, apoderada del Colegio San Nicolás de Bari, en la población Costa del Sol, al extremo oriente de Rancagua. Allí, a lo largo del polvoriento pasaje El Abra, también conviven un gimnasio y el templo Santísima Trinidad, del cual Escobar es el párroco. "Aquí no había nada aparte de drogas y pobreza; él fundó esta escuela y nos ayudó a surgir", cuenta Edita Vergara, una de las vecinas.

Por allí pasan niños, profesores y apoderados. Nadie parece saber nada de rituales de expulsión. Cuando se les pregunta por el tema, sólo lo conocen a través de la iconografía del filme El exorcista, dirigido por William Friedkin (1973), y que se basó en la novela del mismo nombre.

Escobar egresó del Seminario Cristo Rey, de Rancagua, y fue ordenado sacerdote en junio de 1994. Además de su rol de párroco, hace 20 años que se desempeña como capellán de Gendarmería. Nancy Rojas, asistente social del Centro Penitenciario de Rancagua, destaca que "el padre vive para los demás. Ayuda a internos y gendarmes, recibe gente en su casa durante las 24 horas del día y siempre se ha preocupado por la pobreza y la desigualdad social".

El presbítero, quien normalmente se moviliza en una 4x4 negra, en rigor fue designado exorcista en diciembre de 2013. Pero la noticia se difundió hace una semana, cuando el periódico electrónico Portaluz, de orientación católica, publicó una entrevista en la cual el religioso reconoce que lleva "cerca de ocho años" realizando exorcismos.

Para eso, incluso ha efectuado cursos en el extranjero. En marzo de 2012, el sacerdote español José Antonio Fortea (46) estuvo en Santiago dictando charlas sobre esta temática a 66 sacerdotes. "Conozco personalmente al padre Escobar. Es un magnífico sacerdote, lleno de celo por las almas y por los pobres. Será excelente", asegura.

El tema del exorcismo aparece especificado dentro del Código de Derecho Canónico, en el Título I de los Sacramentales. Allí se detalla que "el ordinario del lugar (obispo) concederá esta licencia sólo a un presbítero piadoso, docto, prudente y con integridad de vida".

Sobre la designación de Escobar, el cardenal Jorge Medina, quien en 1999 presentó en el Vaticano el nuevo rito del exorcismo, dice que "lo recuerdo en forma vaga, creo que es un buen sacerdote".

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