Lanzan libro de poemas ilustrado por René Magritte

El autor es el poeta surrealista Enrique Goméz-Correa, quien fue amigo del pintor belga.




En 1948 el grupo surrealista La Mandrágora estaba en crisis. Por diez años, los poetas nacidos en Talca, Enrique Gómez-Correa, Teófilo Cid y Braulio Arenas habían refrescado la escena literaria con un proyecto artístico que buscaba llegar más lejos que Vicente Huidobro y destronar a Pablo Neruda.

Bendecidos por el líder surrealista André Bretón, La Mandrágora editó siete revistas entre 1938 y 1943 e hicieron tres exposiciones con obras de Hans Arp, Bretón, Magritte y Matta. Pero a fines de los 40, el grupo se desarmó: Cid y Braulio Arenas se alejaron del surrealismo y Jorge Cáceres se suicidó en 1949, a los 26 años.

Sólo Gómez-Correa (1915-1955) siguió fiel a la escuela surrealista. Para él, en 1948, el movimiento estaba empezando. Ese año editó una de sus obras clave: El espectro de René Magritte, serie de poemas acompañados por ilustraciones del pintor belga, que este mismo le había enviado por correo. Tenían una amistad epistolar.

El volumen se vuelve a editar ahora, a 75 años de la creación de La Mandrágora, y se presenta este viernes, a las 18.30 horas, en el Museo de Bellas Artes. "El libro era mito. Tiene que ver con la filosofía de Gómez-Correa, él se autoeditaba, dejaba sus libros por sólo tres meses y luego los retiraba de librerías. Decía que si alguien los quería, tenía que buscarlos con linterna. Eso los hizo inencontrables", dice Marcelo Mendoza, editor del volumen y quien, a través de su sello Mandrágora, ya ha rescatado otros dos libros del poeta (Mandrágora siglo XX y Reencuentro y pérdida de La Mandrágora).

A través de cartas, el chileno se comunicaba con Magritte, quien lo mantenía al tanto de su producción artística. Siempre le enviaba reproducciones de sus telas como Les rencontres naturalles (1945) o Les fleur du mal (1946), las que Gómez- Correa transformó en poemas. "Del grupo, era el que tenía la conexión más fuerte con el arte surrealista. Su forma de escribir era muy visual", dice Mendoza.

Entre 1949 y 1953, el poeta se radicó en París, donde conoce por fin al pintor, quien le regaló cuatro lienzos. Para ese entonces, La Mandrágora ya era un recuerdo, aunque Gómez Correa siguió escribiendo sobre alquimia, magia y otros misterios, que alternó con su trabajo de diplomático en Ginebra, el Líbano, Siria y Yugoslavia.

El espectro de René Magritte se presenta dentro de las Veladas Surrealistas, serie de charlas que desarrolla la pinacoteca nacional en el contexto de Papeles surrealistas, exposición con dibujos de Magritte, Leonora Carrington y Haroldo Donoso, de la colección de Braulio Arenas. Hoy el entrevistado es Ludwig Zeller, llamado el último surrealista chileno, quien vive en México junto a su mujer, la escritora Susana Wald.

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