Las 5 tendencias claves de la moda primaveral
Nada en moda es casualidad. El que repentinamente comiencen a dominar en las pasarelas un tipo de silueta (en globo o en "A", por ejemplo), una cierta paleta de colores o una forma específica de pantalón, no es algo azaroso. Que hoy la actualización de los 80 le esté sirviendo de referencia a la gran mayoría de las propuestas de moda, tiene un asidero en el contexto socioeconómico que estamos viviendo. La mirada está puesta hoy en las emblemáticas hombreras –esas que el grupo musical Locomía llevó a su máxima expresión a fines de la década–, en los pantalones baggy que llegan hasta la cintura, las chaquetas oversize, y el maquillaje estridente, que elevó a los pómulos a un sitial de honor.
Según el colombiano Julián Posada, consultor de moda de la firma internacional The Fashion Group, la crisis sub-prime que comenzó en 2007 en Estados Unidos y se extendió rápidamente por el mundo, obligó a los diseñadores a repensar sus propuestas para el 2009-2010. Recordar la inestabilidad económica mundial que se vivió a comienzos de los 80 fue inevitable. Y, al hacerlo, la década que había sido tan vapuleada por su supuesta frivolidad y liviandad, reveló una riqueza insospechada, que trae 10 años de fuentes múltiples de inspiración para los creadores de moda.
"Al volver a la época del thatcherismo y el reaganismo, es fácil descubrir que durante esos tiempos pasaron muchas cosas interesantes", acota Laird Borrelli-Persson, columnista de Style.com (la versión web de Vogue), para explicar por qué los diseñadores decidieron mirar hacia atrás.
Laura Novik, especialista en moda y directora de la consultora Núcleo Moda Diseño, le da la razón. "En ese tiempo, efectivamente existía una propuesta más bien superficial, pero al mismo tiempo se cocinaron los discursos más complejos en la poesía, la música y el teatro, los que luego se reflejaron en la moda. Aparece la poética del diseño, el realismo mágico, el diseño italiano. Fueron años en los que las corrientes dominantes quisieron darle una patada al discurso modernista, que tendía a simplificarlo todo. Estábamos leyendo a los poetas malditos, a Rimbaud, a Baudelaire, y viendo películas de Wim Wenders. Detrás de cada look, había una corriente ´intelectualosa´, y se entendía el vestuario como una manera de dar a conocer una posición crítica".
En suma: había un exceso en moda, porque había también un exceso de temas en la discusión cultural, de la que la ropa es un reflejo.
Con este espíritu como telón de fondo, los creadores de hoy están reinterpretando conceptos nacidos en los 80 para darles un aire muy siglo XXI. Y ello ha dado pie a la formación de cinco macrotendencias que están presentes en las propuestas para la Primavera-Verano 2010.
1. PURO ESCANDALO
Extravagancia con aires decadentes. Accesorios ultra femeninos que combinan lo blando con lo duro. Plumas, brillos, telas opulentas. Mezclas insospechadas que antes habrían sido tildadas como ejemplos del mal gusto. Combinaciones de prendas inspiradas en culturas disímiles. La nueva consigna es decorarse para un mundo que se nos presenta como un teatro en el que podemos exhibirnos. "Las personas quieren destacarse, ser diferentes, decir las cosas sin timidez. Los jóvenes parecen gritar: soy único e inimitable, nadie puede ser tan arriesgado como yo. En Internet, los blogs, Facebook y otras redes sociales, los más estridentes son verdaderas estrellas", opina Martha Cálad, directora del laboratorio de moda Inexmoda, de Colombia.
Para referirse a esta tendencia anclada en la ostentación, ya no del lujo sino de la creatividad, la prestigiosa consultora de moda internacional WGSN (Worth Global Style Network) usa la palabra "outrageous" ("estrafalario", en inglés). Y recoge una cita de Oscar Wilde: "O sé una obra de arte, o ponte una obra de arte".
2. RETROFUTURISMO
Hace 40 años, el hombre llegó a la luna y ese aniversario no es indiferente para el mundo de la moda. Muchas de las colecciones recientes se inspiran en el futurismo de los años 60. Las siluetas se emparentan con los vestuarios que usaban Los Supersónicos (la serie creada en 1962 por los estudios Hanna Barbera), mientras que las telas derrochan tecnología. El ánimo de los diseños es optimista; el feeling de la ropa es deportivo y funcional. "Esta tendencia da cuenta de una mezcla perfecta entre imaginación e ingeniería", dice Catalina Marín, asesora de tendencias de WGSN para América del Sur. "Las telas y los materiales son livianos y extensibles, porque representan avances tecnológicos y también porque nuestro actual estilo de vida así lo requiere".
Para Laura Novik, esta tendencia recoge el futuro imaginado por el constructivismo moderno, a través de "nuevos materiales tecnológicos en mix con piezas clásicas, construcciones minimalistas y colores blanco, negro, gris y azul eléctrico".
3. NEO-GRUNGE
Siempre está presente en las pasarelas una opción que critica el establishment desde una trinchera más bien pacífica, llena de flores y color. Esta primavera, la apuesta de ese perfil se basa en el movimiento Grunge, nacido en Seattle a fines de los 80. Los chicos de esa fría zona escuchaban a Nirvana, usaban camisas de leñador, botas vaqueras y chalecos que, si no eran tejidos a mano, hacían lo posible por parecerlo. Al ajustarse al calor primaveral, esta estética se articula, 20 años después, en torno a coquetos vestidos floreados que se usan con botas (Anna Sui), tejidos a cuadros y patchwork (Missoni) y flores en telas vaporosas y livianas que dan espacio a la transparencia (Diane Von Furstenberg). "Estamos ante un Grunge muy siglo XXI, cuidadoso y sofisticado, con prendas desteñidas y un look descuidado", acota Laura Novik.
4. MONOCROMO AUSTERO
Cada tendencia de la moda tiene su contraparte; el monocromo austero es la corriente que se opone al sobredecorado de la tendencia escandalosa. Con colecciones estructuradas en torno a un solo color, algunos diseñadores están acercándose al minimalismo de los 90. Los motiva la austeridad impuesta por la crisis económica, que Laura Novik define como "la cuestión moral", pero también el agobio ante el exceso de formas y texturas.
"Algunos diseñadores están empezando a caminar hacia el rescate del minimalismo de los 90, con siluetas que se van estilizando. Están recorriendo el mismo camino que siguieron los diseñadores a fines de los 80, cuando Gaultier y Lacroix estaban dejando de llevar el pandero de la moda y comenzaban a aparecer leggins con chaquetas o sentadores vestidos estilo Jackie O", explica Laura Novik.
La consigna es clara: volver a ajustar el cuerpo y dejar de esconderlo con grandes volúmenes de tela, para darle un elegante protagonismo.
5. MUNDO NATURAL
En un planeta en el que los recursos naturales corren el riesgo de agotarse y el calentamiento global es un problema creciente, cada vez más personas optan por consumir productos que no dañan el medio ambiente. "Los productos orgánicos, reciclables y biodegradables cada vez son más exigidos. Su parte estética debe reflejar el ideal de vida equilibrado, puro y tranquilo", puntualiza Martha Cálad.
En moda, esto significa: ropa hecha con materiales de deshecho, telas elaboradas sin insumos químicos, productos diseñados para ser fácilmente reciclables.
"Este es el mood (ánimo) de la nueva definición de lujo", dice Catalina Marín. "WGSN llama a esta tendencia Evolve (evoluciona, en inglés), porque implica un llamado a reevaluar lo que es importante. Se usan sensibilidades rurales para cambiar el paisaje urbano; se exploran textiles ecológicos, tinturas orgánicas, fibras crudas y materiales como el corcho y el bambú. La paleta de color también tiene un sentimiento natural: la gama es esencial, con tonos tierra y verdes, simples y suaves". Se trata de la opción perfecta para una nueva categoría de consumidores de moda, sensibles a lo que sucede en su entorno, que quieren proyectar y transmitir esa actitud hacia los demás, a través de su ropa.
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