Las apuestas para el "dream team" económico
Cien representantes del mundo empresarial, economistas y abogados fueron consultados sobre cuáles eran sus favoritos para conformar el equipo económico ideal del futuro gobierno. Rodrigo Vergara para Hacienda, José Ramón Valente en Economía, Alfonso Swett Opazo en Trabajo, Susana Jiménez en Energía y Lucas Palacios en el MOP marcaron sus preferencias.
Empresarios, ejecutivos, economistas, abogados y hombres de negocios, en total 100 personas, accedieron a armar el equipo económico ideal para acompañar al electo presidente Sebastián Piñera en los próximos cuatro años. Varios conocidos, muchos de ellos ex autoridades de la anterior administración, del empresariado, e incluso no pocas ex autoridades del actual gobierno resultaron como las mejores cartas para cinco de los principales ministerios del gabinete: Hacienda, Economía, Trabajo, Energía y Obras Públicas.
En la selección de los mejores, sin embargo, también irrumpieron técnicos de anteriores gobiernos de la Concertación, varios de ellos de la Democracia Cristiana, dando cuenta de cierta sintonía entre un sector del partido, que hoy atraviesa una de sus mayores crisis internas, y la centroderecha. Nombres como Mariana Aylwin, Alejandro Jadresic, José De Gregorio e incluso los actuales ministros Jorge Rodríguez Grossi y Alberto Undurraga surgieron como cartas. También autoridades como Marcelo Tokman y Andrés Romero.
Sorpresas que, en todo caso, van acompañadas de nombres que hace tiempo suenan como favoritos para acompañar a Piñera si llegaba otra vez a La Moneda. Se trata del ex presidente del Banco Central Rodrigo Vergara, quien lideró como opción para asumir en Hacienda, seguido de los ex ministros Felipe Larraín y Juan Andrés Fontaine. Para Economía las apuestas instalaron como favorito al socio y director de Econsult, José Ramón Valente, acompañado del ex vicepresidente de Corfo Hernán Cheyre y Fontaine.
En Trabajo, clave dados los cambios en el área previsional anunciados en el programa, es el director ejecutivo de Forus y consejero de Sofofa, Alfonso Swett Opazo, quien lideró en apoyos. La lista sigue con Augusto Iglesias, ex subsecretario de Previsión Social, y el diputado RN Nicolás Monckeberg.
Las preferencias para Energía las reunió la subdirectora de Políticas Públicas de LyD, Susana Jiménez, seguida de Jadresic y Máximo Pacheco. Para el MOP ganó en apoyos Lucas Palacios, ex subsecretario en el gobierno de Piñera y quien fue su jefe de campaña, seguido de la ex ministra Loreto Silva y el ex subsecretario DC Clemente Pérez.
El próximo 2 de enero los partidos que conforman Chile Vamos entregarán a Piñera sus propuestas de candidatos para el gabinete. Ha trascendido que el nuevo presidente lo dará a conocer después de la visita del Papa Francisco, programada para el 16 de ese mes.
Rodrigo Vergara Montes
Siempre en el círculo de Piñera
Pasaron cinco meses desde que Rodrigo Vergara Montes (55) concretó su renuncia al Banco Central, en diciembre de 2016 -tres años antes de que terminara su período como consejero del instituto emisor-, hasta que aterrizó como uno de los coordinadores en el equipo económico del comando de Sebastián Piñera, a mediados de mayo pasado. "Es un profesional que tiene una enorme capacidad, formación y experiencia, y una vocación de servicio público", dijo el ahora mandatario electo al anunciar entonces la incorporación del economista a su comando.
Pero el arribo de Vergara al equipo de Piñera estuvo lejos de ser sorpresivo. Es más, antes del llamado del futuro presidente para sumarlo a sus filas, el ex titular del Banco Central ya contaba con una prolongada historia,, al menos desde el punto de vista programático, con Piñera. Está comenzó durante la campaña presidencial de 2005 y se extendió a la de 2009,, cuando formó parte de los Grupos Tantauco, donde fue el encargado de diseñar toda la política de transformación del Ministerio de Desarrollo Social, que posteriormente le correspondió ejecutar a Felipe Kast.
Vergara, sin embargo, no participó en el primer gobierno de Piñera, ya que fue nombrado consejero del Banco Central en 2009 y en 2011 asumió la presidencia de la entidad. Pero cuando presentó su renuncia anticipada al Consejo del instituto emisor para integrarse como investigador al CEP, ya se especulaba que pudiera convertirse en el ministro de Hacienda de un segundo gobierno de Piñera.
"Voy al Centro de Estudios Públicos (CEP). Lo que pase después no sé, además que nadie me ha ofrecido nada, digamos. Estoy muy contento, muy satisfecho con mi trabajo y por ahora nada más que decir", señaló el economista en un seminario luego que anunció que no seguía en el BC.
No se equivocaron quienes entonces anticiparon que Vergara -un ingeniero comercial de la Universidad Católica, máster y doctor en Economía de la Universidad de Harvard- se uniría al equipo del presidente electo.
"Él siempre ha sido del círculo. Rodrigo es un viejo conocido", dice una fuente del comando de Piñera. No se trata de una relación de amistad como la que tiene el futuro presidente con el ex titular de Hacienda Felipe Larraín, pero desde el punto de vista intelectual sí es cercana y extensa. Vergara tuvo, de hecho, una mayor figuración como vocero económico del comando de Piñera en los últimos meses -que incluyó intercambio de declaraciones con el ministro Nicolás Eyzaguirre-, pero desde el interior del comando se señala que ello no implicó que hiciera sentir que podría ser el próximo titular en Teatinos 120.
"Creo que es claro para cualquiera que Rodrigo tuvo un protagonismo mayor en la última parte de la campaña desde el punto de vista comunicacional. Sí hubo un fortalecimiento de su figura", agrega la fuente.
José Ramón Valente Vias
El candidato de los siete directorios
Actualmente, José Ramón Valente es parte de los directorios de Telefónica Chile, Transelec, Empresas Banmédica, Cementos Bío-Bío, socio y director de Econsult, vicepresidente de Soprole y miembro del consejo directivo de la Universidad del Desarrollo (UDD).
A todos esos cargos debería renunciar si es llamado y acepta liderar el Ministerio de Economía. Al menos, el mundo empresarial y de negocios cree que es el candidato ideal para suceder a Jorge Rodríguez Grossi. Sería su primer cargo de gobierno, porque en 2010 le ofrecieron la cartera de Obras Públicas, pero no la aceptó.
Según coinciden sus cercanos, está analizando con su círculo familiar la posibilidad de llegar al gabinete.
El economista de la Universidad de Chile cuenta con un MBA en la Universidad de Chicago, y en todo el periodo previo a las elecciones presidenciales formó parte del equipo económico del representante de Chile Vamos, Sebastián Piñera. Es más, realizó diversas vocerías a los medios para explicar el programa económico.
Su círculo cercano recuerda que ha participado activamente en las discusiones de políticas públicas, relativas a la economía y en especial al mercado de capitales. Entre ellas participó en el diseño e implementación del sistema de multifondos que actualmente utilizan las AFP.
Sin embargo, él no cotiza en el sistema. Ha asegurado que su conciencia del ahorro es distinta de la del resto de la población y que por eso para el resto de la sociedad sí es conveniente el modelo.
Valente ha sido claro al señalar que uno de los principales focos del próximo gobierno a nivel de medidas económicas es reactivar la inversión, reducir los trámites en el aparato público y simplificar la reforma tributaria.
El economista, además, ha sido categórico a la hora de evaluar el gobierno actual. "La retroexcavadora y los patines serán recordados como los principales íconos del gobierno de Bachelet. Lo he dicho antes, los chilenos fuimos víctimas de una borrachera ideológica el 2013. En una especie de delirio de una sociedad adolescente, elegimos un gobierno que prometía llevar a Chile en cuatro años a un nivel de bienestar que a los países más avanzados del planeta les ha llevado más de cien años", dijo Valente en su columna publicada esta semana en este medio.
A nivel personal, desde su familia lo califican como "muy responsable, dedicado al trabajo y su profesión, dedicando también mucho tiempo a su familia". Asimismo, destacan que "tiene un buen equilibrio entre la familia, el trabajo y una vida sana. Se ha ganado con esfuerzo cada cosa que ha hecho". Recuerdan que desde pequeño fue un gran deportista y ahora en sus tiempos libres les dedica espacio al tenis y al fútbol, deportes de los que es fanático. "Y como buen hijo de español, es hincha de la Unión Española", dice un cercano.
Alfonso Swett Opazo
Un empresario con mirada pública
Se trata de uno de los favoritos entre los encuestados para llegar al gabinete de Sebastián Piñera, específicamente al Ministerio del Trabajo. El hijo del reconocido empresario Alfonso Swett Saavedra, fundador del grupo Forus, es valorado por su capacidad de diálogo y por la transversalidad de sus contactos políticos.
Precisamente este es uno de sus principales rasgos. Entre las fuentes consultadas se destaca que si bien es cierto entiende que viene desde el mundo empresarial (pese a que su padre es considerado como un "self made man"), siempre estuvo interesado en entender las dinámicas con las que funcionan el mundo de los trabajadores y los sindicatos.
De hecho, sus relaciones con la Central Única de Trabajadores (CUT) no han sido malas. Su primera incursión política fue el haber integrado la comisión técnica para la fijación del salario mínimo en 2010, convocada por la primera administración de Piñera, y en la que participó en representación del empresariado junto a Pablo Bosch.
Aquel antecedente no fue un hito menor, ya que a través de esa comisión el gobierno consiguió llegar a acuerdos con el mundo sindical, meses antes de verse sobrepasado con la irrupción de las protestas estudiantiles.
Quienes lo conocen lo definen como un personaje muy tranquilo y mesurado, e interesado en la política y la filosofía, hecho que se ve plasmado en la profundidad de sus ideas y su pragmatismo a la hora de tomar decisiones. Ese carácter sereno, pero concreto, es el que ahora podría llevarlo a uno de los ministerios más complicados que tendrá la próxima administración, ya que muchos lo ven como una de las mejores cartas que tendrá el segundo gobierno de Piñera para poder entenderse con los sectores más radicalizados de la oposición. Esto también podría ayudarlo a la hora de enfrentar el otro gran tema que tendrá esa cartera: la definición del sistema de pensiones.
Forjado en la época de transición, muchos lo ven como parte de una nueva generación de empresarios que cree que el sector debe abrirse más hacia los requerimientos del resto de la sociedad. En esa línea, empatiza con otros representantes del rubro (el llamado en su momento "sector sub 50"), como el actual presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín, y Richard von Appen, con quien tendría una profunda amistad.
Y, de hecho, fueron estas ideas las que desembocaron en su renuncia de la vicepresidencia de la Sofofa en 2013, que muchos justificaron por diferencias con la jefatura de Hermann von Mühlenbrock, y el apoyo en 2015 a la frustrada candidatura de Andrés Navarro. Dentro de su franqueza, Swett cuestionaba en su círculo interno la incapacidad del empresariado tradicional para enfrentarse comunicacionalmente a un mundo y a una sociedad cuya sensibilidad había cambiado respecto de 10 o 20 años atrás.
Susana Jiménez Schuster
Contraria al rol planificador del Estado
La ingeniera comercial y magíster en Economía de la Universidad Católica es una de las cartas favoritas para asumir en Energía, una de las áreas donde el gobierno de la Nueva Mayoría tuvo una destacada performance, sobre todo por los resultados de las licitaciones eléctricas y el impulso dado a las energías renovables no convencionales (ERNC).
Sin embargo, también fue un área en la que la primera administración de Piñera tuvo bastantes dolores de cabeza (como por ejemplo HidroAysén, el abrupto término al proyecto Barrancones, las protestas por el fin del subsidio al gas en Magallanes y la seguidilla de ministros, seis en total).
En 2011, Jiménez destacó por su férrea defensa de HidroAysén, contradiciendo a una columna de The Wall Street Journal de la época que decía que el futuro eléctrico del país estaba en las ERNC y no en la hidroelectricidad. "Argumentar (…) que las ERNC constituyen una alternativa más barata que permitiría reducir los costos de la energía en Chile es aún una ilusión", indicaba en otra columna ese mismo año, según consta en la página de LyD.
Respecto de su carrera profesional, cabe recordar que en 2010 se incorporó al Instituto Libertad y Desarrollo como economista senior, a cargo de los estudios relacionados con regulación y libre competencia, medioambiente, recursos hídricos, energía, telecomunicaciones y pesca. En 2017 asumió como subdirectora ejecutiva, siendo luego una de las coordinadoras económicas de la campaña de Sebastián Piñera.
Además de su participación en el think tank, Jiménez fue miembro consultivo de la Comisión Nacional de Energía, participó en mesas técnicas negociando distintos proyectos de ley, como el de transmisión y el de gas, y participó en asesorías legislativas en los proyectos de ley de licitaciones eléctricas, gobierno corporativo de Enap y su ampliación de giro.
La misma mañana que el Comité de Ministros rechazaba el proyecto minero Dominga, Jiménez participaba de un seminario en el que sostenía la urgencia de "volver a priorizar el crecimiento, que es el mejor instrumento no sólo para superar la pobreza, sino también para mejorar la calidad de vida de todos los chilenos". Días después, declaró a la Revista Electricidad que "uno de los puntos a considerar en el futuro del sector energético es que el Estado no debiera entrar a planificar al segmento de la generación eléctrica". Entre otras cosas, en aquella entrevista indicó que, en general, se requería continuar con la agenda energética de largo plazo, pero realizando ajustes y zanjando asuntos regulatorios y de relación con las comunidades en las que se realizan los proyectos.
Lucas Palacios Covarrubias
El "payador" postulante al MOP
Payador y poeta. Es la faceta más personal y menos conocida de Lucas Palacios Covarrubias (44), el ingeniero comercial de la Universidad Católica y máster en Estudios Latinoamericanos en Economía Internacional de la Universidad de Salamanca, España. Fue quien reunió las preferencias de empresarios, altos ejecutivos y directores de empresas para liderar el Ministerio de Obras Públicas del próximo gobierno de Sebastián Piñera. En el primer período del electo presidente, Palacios ocupó la subsecretaría de esa cartera, aunque previo a ese nombramiento se desempeñó como asesor de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. En esa época también fue director de Casa de Moneda.
"Tiene la necesaria mezcla de experiencia y renovación", comenta un profesional que trabajó con él.
Profundamente católico y fanático del futbolito, quienes lo conocen destacan que Palacios -hoy vicerrector económico de la Universidad del Desarrollo y director de TVN- congrega varios atributos que lo perfilan como el candidato preferido: experiencia en planificación y gestión estratégica; habilidad para negociar y administrar conflictos y crisis; amplios conocimientos en análisis financieros y presupuestarios, y capacidad de trabajo en equipo. "Es polivalente, muy versátil", aseveran en el mercado.
Palacios, además, tiene experiencia en el sector público desde otra vereda, pues durante ocho años fue concejal de la comuna de Puente Alto en el período de Manuel José Ossandón y secretario ejecutivo de la Asociación de Municipalidades de la Precordillera, en la Región de La Araucanía, lo que a juicio de sus conocedores le permitió desarrollar la necesaria mirada y sensibilidad social que se requiere para trabajar en políticas públicas. "Tiene experiencia en el diseño de políticas públicas, una gran capacidad de trabajo en equipo y la suficiente flexibilidad para saber escuchar y adaptarse a los cambios", comenta Carlos Plass, ex coordinador de concesiones del MOP.
En el sector privado se le reconoce como un gran promotor de la colaboración público-privada en obras de infraestructura en general. Sin embargo, hay quienes mencionan que es muy conservador en su visión económica, "lo fue un problema cuando se diseñó el fondo de infraestructura, porque pensaba que era un mecanismo no controlable de deuda pública y que eso iba a permitir hacer proyectos con mano ancha y no con los controles que se requerían", comentan.
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