Las dos caras tras la muerte de Fidel
Mientras en la isla todas las actividades fueron paralizadas, en Miami, los cubanos en exilio no cesan las celebraciones.
90 millas. Casi 145 kilómetros. Esa es la distancia terrestre entre Cuba y Miami. La distancia ideológica, sin embargo, es incalculable.
Mientras en un lado del Estrecho de Florida se respira felicidad, en el otro lado las lágrimas parecieran ser un obligado en estos días.
Y es que tras las muerte de Fidel Castro, los cubanos se han dividido para manifestarse: quienes se fueron al exilio en Estados Unidos no han cesado las celebraciones, mientras en la isla que fue dirigida por el comandante revolucionario por casi medio siglo, el silencio -poco característico de ese país- parece haberse tomado las calles.
Junto al sentimiento de tristeza generalizado, en Cuba además, se paralizó todo: las fiestas, el deporte, la venta de alcohol. Todo para rendir tributo a quien fuera su más grande líder. En la famosa Plaza de la Revolución, incluso, ya pueden escucharse los discursos del dirigente.
"Aquí lo siente todo el mundo"
Preguntarle hoy a un cubano que vive en su país sobre Fidel no trae sorpresas, la respuesta será casi automática para manifestar el sentimiento de pérdida y tristeza. "Es un dolor muy grande. Aquí lo siente todo el mundo", dijo a la agencia AP, Orlando Álvarez, un joyero de 55 años que se encontraba en el malecón de La Habana. "La muerte de Fidel es una gran perdida y lo más importante (es) que murió cuando quiso, no cuando quisieron todos los contrarrevolucionarios", afirmó a AFP Manuel Obregón, un taxista de 43 años, que agregó que lo de "mañana no va a ser grande, !va a ser grandísimo! Eso va quedar para la historia".
Pero más allá de la propia voluntad de muchos, los medios estatales informaron que todos los cubanos están llamados a rendirle homenaje al ex mandatario, firmando un "juramento solemne de cumplimiento con el concepto de la revolución".
"La vida es un carnaval"
Sin embargo, en Miami, la historia es muy distinta.
No hay nada que le quite la energía a los cubanos que viven en Estados Unidos para celebrar desde el viernes por la noche la noticia sobre la muerte de Fidel. El sábado los cantos y bailes se mantuvieron y se trasladaron al emblemático Café Versailles, que ha sido punto de encuentro de la comunidad. Las calles estuvieron cerradas al tráfico, repletas de manifestantes festejando.
"No me canso de celebrar porque parece mentira, nunca pensé que este momento iba a llegar", comentó Delsy a AFP. "La vida es un carnaval", gritaban otros, mientras los más eufóricos cantaban "Fidel, tirano, llévate a tu hermano".
Pero no solo los cánticos fueron los protagonistas de la celebración. Esto ya que entre los cubanos se proclamaron distintos tipos de ofertas y promociones: un vendedor de autos en Miami ofreció descuentos de hasta 15 mil dólares para esta jornada, mientras en una discoteque se creó el cóctel "Adiós Fidel".
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