Las fortalezas y debilidades con que Felipe VI enfrentará su reinado
El próximo monarca español es quizás el heredero mejor preparado en la historia del país y cuenta con una extraordinaria vocación exterior. Sin embargo, no tiene el carisma de su padre ni cuenta con la legitimación social que éste ganó como garante de la transición.
A Favor
Bien preparado
A sus 46 años, el príncipe Felipe es quizás el heredero mejor preparado para cumplir sus futuras funciones como monarca que ha tenido España en toda su historia, según destaca la prensa española. Además de haber alcanzado el título de oficial en las tres ramas de las FF.AA., el próximo rey Felipe VI estudió Derecho, en la Universidad Autónoma de Madrid, y después realizó un máster en Relaciones Internacionales, en la Universidad de Georgetown, en Washington. "Tiene una formación esmerada, es fluido en varios idiomas y tiene una formación cosmopolita que le permite tener una imagen de conjunto de los problemas", explica a La Tercera Ricardo Mateos, historiador español y experto en realeza.
Agenda internacional
"Veo en nuestro futuro rey la virtud de ser el europeo con la mayor agenda de relaciones internacionales -la de su padre- y la de querer entregarse a un proyecto apasionante llamado España", enfatiza el periodista y escritor español Fermín Urbiola, autor del libro Palabra de Rey. En ese sentido, junto con haber recorrido de extremo a extremo España (solo restan Ceuta y Melilla como destinos de un viaje oficial de los príncipes de Asturias, consigna el diario ABC), Felipe ha dado muestras de una extraordinaria vocación exterior. Desde 1996, es el encargado de representar a España en la toma de posesión de jefes de Estado. Así, el príncipe "viajero" tiene a su haber casi 200 visitas oficiales a 60 países y 69 investiduras.
Manejo del catalán
En su primer discurso tras el anuncio de abdicación del rey Juan Carlos, Felipe se refirió a la "unidad" del país como uno de sus desafíos, en clara alusión al proceso de soberanía lanzado en Cataluña. El autor de libros sobre la realeza, José García Abad, destaca que el futuro monarca "habla catalán y ostenta -hasta que jure como rey- el título de príncipe de Girona, que ha tratado de llenar de contenido con una fundación dedicada a la promoción de jóvenes catalanes que es muy respetada".
Ajeno a corrupción
Mateos destaca que Felipe "es un hombre de comportamiento pulcro, sin mancha de corrupción". Quizás ello explique los resultados de una encuesta de enero, donde su popularidad llegaba al 70%. Incluso, ha tomado distancia de su hermana Cristina, desde que está salpicada por un escándalo de corrupción.
En Contra
Carisma y monarquía en horas bajas
En lo que coinciden varios expertos en realeza es en la falta de llegada popular del próximo monarca español. "Juan Carlos tuvo una enorme popularidad por lo que hizo hace 40 años, por el coraje que mostró en la transición. La gente se acuerda de eso. El tiene el toque popular. Felipe, no. Es más frío, formal. A pesar de estar bien preparado y haber sido educado intelectualmente, hasta más que su padre, él necesita tener más contacto con las personas", dijo al diario brasileño Folha de Sao Paulo el hispanista británico Paul Preston, autor de una de la mejores biografías del actual monarca, Juan Carlos, el rey de un pueblo. "No tiene por el momento el gran carisma de su padre, que tuvo que aprender a navegar en muchas aguas con un éxito notable. Aunque cuenta con las simpatías de la gente, no 'llega' tanto como su padre", comenta Mateos. Un desafío clave cuando la monarquía española está en sus más bajos niveles de apoyo.
Legitimación social
Si bien para el profesor de Historia Contemporánea en la U. del País Vasco, José María Portillo, Felipe VI llega a esa relevante posición "arropado por dos legitimidades: la genética y la constitucional", cree que el problema está en la "legitimación social del nuevo monarca", la cual, explica a La Tercera, "su padre supo encontrar en el propio proceso de la transición de la dictadura a la democracia, y revalidarla por su actitud ante los golpistas que en 1981 quisieron terminar con ese proceso". El experto en la Casa Real, José Apezarena, afirma que Felipe "va a tener que hacer su propia historia, su propia trayectoria. Y lo van a juzgar no por lo que su padre le traslada, sino por lo que él haga". Al respecto, agrega que el nuevo monarca va a tener que construir esa historia propia "en un tiempo de normalidades y eso es más costoso".
Manejo de problemas
A juicio de Mateos, autor de los libros Felipe y Letizia, el compromiso real (2004) y La reina Sofía (2008), Felipe también "es un hombre suave al que quizás le resulte más difícil que a su padre encarar situaciones de fuerte confrontación". "Es posiblemente más emocional que la princesa de Asturias, que tiene fama de carácter fuerte", sostiene. Sin embargo, acota que Letizia "no es la reina Sofía, por lo que hemos visto hasta ahora. La pregunta en el aire al día de hoy es: ¿Y Letizia va a saber dar la talla? La reina deja también la vara muy alta".b
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