Las urnas electrónicas brasileñas superan una prueba de ataque de "hackers"

Nueve grupos con 38 especialistas informáticos de diversas áreas que trabajan para empresas públicas y privadas participaron en el desafío.




Las urnas electrónicas brasileñas superaron una serie de ataques durante cuatro días consecutivos de nueve grupos de "hackers" (piratas informáticos), en una prueba de seguridad realizada por el Tribunal Superior Electoral (TSE) de cara a los comicios de 2010, informaron hoy fuentes oficiales.

Según el servicio estatal de noticias Agencia Brasil, ninguno de los equipos especializados pudo violar entre el martes y hoy el sistema de seguridad del modelo de votación digital brasileño.

El desafío reunió a nueve grupos con 38 especialistas informáticos de diversas áreas que trabajan para empresas públicas y privadas.

"No conseguimos (violar las urnas) porque existe un sistema de seguridad que impide que programas no autorizados sean usados en la máquina generadora. Intentamos suplantar ese programa, pero se bloqueó automáticamente con el sólo intento", apuntó el especialista en seguridad informática de la Policía Federal, Thiago Cavalcanti.

Para Cavalcanti, fue "frustrante" no poder violar el sistema de seguridad informática, como desafío para cualquier "hacker", pero manifestó que como elector se siente "confiado" de los resultados en los procesos electorales brasileños.

Brasil es el único país en el mundo que cuenta con un sistema electoral digital y la prueba realizada por el TSE contemplaba evaluar su grado de vulnerabilidad.

La única violación conseguida durante la prueba fue la de retirar y sustituir uno de los sellos de seguridad de los sobres que transportan la información digital, sin que fuera notado el cambio, pero el TSE advirtió que esa vulnerabilidad física externa no modificaba los datos de los soportes de multimedia utilizados.

El TSE explicó que si los sobres de seguridad fueran abiertos, como sucedió, y los discos digitales sustituidos por otros con datos diferentes, el sistema rechaza inmediatamente los soportes con la información falsa.

Las pruebas fueron acompañadas por observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), de la Cámara de Diputados, del Ejército, de la Policía, del Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro), del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) y de la Federación Nacional de las Empresas de Informática (Fenainfo).

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