Latinoamérica se erige como motor económico mundial pero pide mayor coordinación
John Lipsky, del FMI, sostuvo que "hay que manejar con cuidado esta fase de abundancia en el continente para asegurarse de que los beneficios actuales con capital extranjero pueden canalizarse a largo plazo".
Ministros de Finanzas latinoamericanos y economistas internacionales destacaron hoy el papel de América Latina como nuevo motor económico mundial, pero recordaron la necesidad de aumentar la coordinación para aprovechar su expansión.
En la clausura del III Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe coincidieron en que se deben ajustar las políticas macroeconómicas para tratar de mantener el ritmo de crecimiento.
Así lo afirmó el "número dos" del Fondo Monetario Internacional (FMI), John Lipsky, según el cual "hay que manejar con cuidado esta fase de abundancia en el continente para asegurarse de que los beneficios actuales con capital extranjero pueden canalizarse a largo plazo".
En la conferencia participaron el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; el secretario mexicano de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo; el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno; y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), Ángel Gurría.
Para Santos, los países desarrollados y emergentes que conforman el G20 deben tener en cuenta ese nuevo rol latinoamericano en su agenda y "no menospreciarlo ni ahogarlo", porque a su juicio si se quiere "salir de la recesión con exportaciones dinámicas, la mejor receta es hacer crecer a quienes importan", dijo.
El presidente galo, Nicolas Sarkozy, cuyo país ejerce la presidencia rotatoria del G20 y del G8, presentó las prioridades durante su mandato, y abogó por la reforma del sistema monetario internacional y la puesta en marcha de mecanismos innovadores de financiación del desarrollo.
El ministro de Economía dominicano, Juan Temístocles Montás, instó a que "desde el G20 se traten de sentar las bases para ver cómo conseguir una activación económica rápida", porque "la gran preocupación que hay en América Latina" está vinculada, según dijo, con la situación económica fundamentalmente de la Unión Europea (UE).
"Europa es un destino para los productos que exportamos y, en la medida en que la economía europea se resiente, afecta a la latinoamericana", dijo tras su participación en el panel "América Latina y el Caribe ante el programa del G20".
Por su parte, Moreno sostuvo que la educación, el cambio climático y las infraestructuras, "que tienen una conexión enorme con la productividad", son temas que también deben formar parte de la agenda internacional para no salirse de la senda del crecimiento, o alcanzarla.
Esa opinión fue compartida por el ministro mexicano, país que ostentará la presidencia de turno del G20 en 2012, quien destacó que "el crecimiento verde ha llegado para quedarse" y se deben canalizar los recursos e interiorizar esa política en la agenda macroeconómica.
Arroyo abogó por "hacer un catálogo de políticas públicas que genere certidumbre", y alabó que el sistema financiero latinoamericano está en su conjunto "muy sano y bien capitalizado", no por la inteligencia de sus respectivos gobiernos, según destacó, "sino a base de haber aprendido de crisis financieras pasadas".
El foro, de un día de duración, contó también con la presencia del director de la división de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Mario Cimoli, según el cual "en este período de gran oportunidad para la región hay que saber intervenir con políticas adecuadas".
"La política industrial es esencial", estimó el argentino, considerando que "hay que combinar una política educativa con otra industrial capaz de generar recursos con los que poder competir".
El encargado de cerrar este encuentro fue Lipsky, que no obvió que "los riesgos siguen siendo numerosos a nivel macroeconómico y por ello una de las prioridades debe ser la consolidación presupuestaria".
Para el "número dos" del FMI "el proceso de coordinación es relativamente elevado", "es importante acordarse de qué factores estructurales llevan a un mayor ingreso de capital", y "no hay que olvidar la estabilidad de las cuentas públicas para que no exista una demanda disparada".
Lipsky finalizó su intervención afirmando que pese a todo "lo que haga América Latina no es suficiente para llegar a un crecimiento sostenible", y animó a "no esperar a un consenso mundial para ver cómo actuar, porque, según indicó, se puede hacer mucho ya basándose en las experiencias de cada país por separado".
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