Libia: control mediático no permite medir el descontento
Tras el derrocamiento de los presidentes en Egipto y Túnez hay informes no confirmados de enfrentamientos en ese país. <br>
Aunque se desconoce a ciencia cierta qué pasa en Libia, tras el derrocamiento de los presidentes en Egipto y Túnez, informes no confirmados apuntan a que se han registrado disturbios en ese país.
Reportes que no han sido verificados de forma independiente indican que en la ciudad libia de Bengasi, en el este del país, se produjeron violentas protestas.
Testigos le dijeron a la BBC que los disturbios habían sido provocados por la detención de un abogado y activista a favor de los derechos humanos que es considerado un crítico del gobierno del presidente de Libia, coronel Muhammad Gaddafi.
Se informó que posteriormente el abogado fue liberado pero se cree que las manifestaciones continuaron en la ciudad.
El problema de confirmar lo que pasa en Libia
De acuerdo con el analista de la BBC, Abdallah al-Salmi, la dificultad que se presenta en el caso de Libia para confirmar lo que sucede responde al total control que el gobierno de ese país ejerce sobre la radio, la televisión y la prensa, además de la presencia de una muy fuerte autocensura como resultado de la ausencia de libertad de prensa en el país.
"Todos los medios de comunicación son propiedad del Estado. Sólo hay 2 ó 3 periódicos en manos privadas que han surgido recientemente y cuyos dueños están afiliados al hijo del líder libio", señaló.
"La única fuente para saber más sobre lo que está sucediendo viene de las páginas en internet de la oposición libia, que a su vez se encuentra fuera del país, o a través de las redes sociales o de canales de video como YouTube. El Estado no permitirá ninguna información en su contra", agregó.
Es importante señalar que en Libia no hay partidos políticos y existe muy poca oposición interna, aunque hay pequeños grupos que se oponen al gobierno de Gaddafi tanto dentro como fuera del país, señalan analistas.
Protestas en favor de la democracia se han registrado en varios países árabes durante las últimas semanas, obligando a los líderes de Túnez y Egipto a dejar el poder.
Violencia
No hay confirmación independiente sobre las protestas en Bengasi, pero testigos estimaron que entre varios cientos y unas 2.000 personas estuvieron involucradas.
Los manifestantes marcharon hacia edificios gubernamentales y lanzaron piedras contra la policía, que -se dice- a su vez respondió con cañones de agua, gases lacrimógenos y balas de goma, señalaron testigos.
Se informó que hasta 14 personas resultaron heridas durante las protestas, diez de ellas policías.
Más tarde, la televisión estatal mostró imágenes de cientos de personas en Bengasi que expresaron su apoyo al gobierno y de una marcha en la capital, Trípoli, a favor de la gestión del presidente Gaddafi.
Hasta ahora, el gobierno no ha se ha pronunciado sobre los eventos en esa ciudad.
Asimismo, reportes sugieren que el escritor y activista Idris El Mesmari fue arrestado este miércoles por las autoridades libias.
Antes de su arresto, El Mesmari habló con la BBC y dijo que los manifestantes gritaban "paz, paz...nuestras demandas son reformas, cambio y Constitución. Entre tanto, algunas personas enmascaradas atacaron a los manifestantes mientras éstos gritaban".
Sin embargo, el corresponsal de la BBC, John Leyne, indicó desde El Cairo que se convocó a través de internet a una manifestación contra el gobierno que se llevará a cabo este jueves en varias partes de Libia.
Muammar Gaddafi, quien tiene más de 40 años en el poder, ha sugerido que podría unirse a las protestas.
Gaddafi siempre ha insistido que el país está dirigido por una serie de comités populares, aunque la mayoría de los observadores externos creen que se trata de un estado policial en donde Gaddafi sostiene firmemente las riendas, añadió Leyne.
Bahréin
Entre tanto en Bahréin, miles de manifestantes acamparon durante la noche en la capital Manama, luego de dos días de enfrentamientos con la policía en los cuales murieron dos personas.
Muchos de los manifestantes asistieron al funeral de la segunda víctima, que murió en el el entierro de la primera.
Algunos de los manifestantes indicaron que ocuparán la plaza principal de Manama hasta que sus demandas sobre una reforma política se cumplan.
El martes, el rey de Bahréin, Hamad bin Issa Al Khalifa, se comprometió a investigar las muertes durante un discurso televisado.
Estados Unidos que tiene una gran base naval en Bahréin, expresó su preocupación por los asesinatos e hizo un llamado a la moderación.
"Estados Unidos está muy preocupado por la reciente violencia que ha rodeado las protestas en Bahréin", dijo el portavoz del Departamento de Estado, PJ Crowley, en un comunicado.
"Hacemos un llamado a todas las partes para que ejerzan la moderación y se abstengan de actos violentos", agregó.
Los manifestantes dicen que quieren la liberación de los presos políticos, la creación de más puestos de trabajo y más viviendas, un Parlamento más representativo, una nueva Constitución escrita por el pueblo y un nuevo gabinete que no incluya al primer ministro, jeque Khalifa bin Salman Al Khalifa, que ha estado en el cargo desde 1971.
Los disturbios en Bahréin -donde la mayoría chiíta ha sido gobernada por una familia real musulmana sunita desde el siglo XVIII- son parte de una ola de agitación antigubernamental que se ha extendido en Medio Oriente.
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