Líder nacionalista pide disolver la Asamblea Nacional tras la peor semana de Hollande
Marine Le Pen derrotaría al mandatario si hoy se realizaran las elecciones presidenciales.
La semana que terminó ayer fue, sin duda, la peor que ha enfrentado el Presidente francés, Francois Hollande, desde que llegó al poder en mayo de 2012.
Al libro que publicó su ex pareja Valerie Trierweiler, donde le realizaba duras críticas por menoscabar a los pobres y contaba infidencias de su relación con él, se agregó la publicación el jueves de la encuesta TNS Sofres que mostró que, a la mitad de su mandato, tiene apenas un 13% de apoyo, el más bajo que ha tenido un mandatario galo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Números que también afectan a su primer ministro Manuel Valls, que posee apenas un 30% de respaldo.
Ello, pese al giro que había intentado realizar días antes al cambiar a su gabinete, dejando de lado a los sectores más duros del socialismo francés en medio de una crisis que tiene a la economía estancada y con un desempleo que supera el 10%.
Sin embargo, un nuevo golpe se le sumó a Hollande después de que la prestigiosa encuesta IFOP señalara que, si las elecciones presidenciales fueran hoy en Francia, la líder nacionalista y antieuropeísta Marine Le Pen superaría en primera vuelta a cualquier candidato en Francia mientras que, en el caso de una segunda votación, perdería frente a postulantes de centroderecha como el ex mandatario Nicolás Sarkozy, pero derrotaría al actual jefe de Estado por un margen de 56%-44%.
Otro sondeo IFOP de ayer mostró que el 85% de los encuestados no quiere que Hollande compita por la reelección en 2017 y que un 50% lo acusa de no cumplir con sus promesas.
Estos hechos podrían adelantar la carrera en la centroderechista UMP entre figuras como el propio Sarkozy y el ex premier Alain Juppé, pese a que ese partido vive una crisis interna producto de desavenencias y varios casos de corrupción.
Sin embargo, quien está sacando el mayor provecho político es Marine Le Pen, quien ya llevó a su partido al triunfo en las pasadas elecciones europeas de mayo. Así y con los resultados de la encuesta en la mano, ayer Le Pen pidió la disolución de la Asamblea Nacional (Cámara Baja) para "darles la palabra a los franceses" y se consideró preparada para gobernar, señalando que el ascenso del "movimiento patriótico" es irreversible. "Hollande busca ganar tiempo, pero esta crisis es demasiado grande y el mal demasiado profundo", indicó Le Pen, quien instó también a abandonar "el museo de los horrores en que se ha convertido la Unión Europea".
Un ascenso que ya tiene preocupado al propio gobierno, teniendo en cuenta que el próximo 28 de septiembre serán las elecciones para renovar la mitad del Senado, donde el Frente Nacional pretende dar otro golpe electoral.
Así, el primer ministro francés Manuel Valls advirtió ayer en Italia en una reunión con líderes socialistas europeos que Le Pen está "a las puertas del poder" y que "sería un golpe terrible, fatal no sólo para Francia, sino para la Europa de la libertad si ganara la extrema derecha en un país fundador de la Unión Europea".
Los movimientos nacionalistas y antieuropeístas han tenido un importante avance en casi todo el continente, debido a la crisis económica y social.
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