Lo que está en juego en la primera marcha estudiantil

La presidenta de la Feuc, Naschla Aburman, afirma que los estudiantes apuestan por "la participación en la reforma". El gobierno medirá la fuerza de los estudiantes y buscará evitar la radicalización de la jornada.




La imagen de algún escolar siendo golpeado por un carabinero es precisamente lo que el gobierno quiere tratar de evitar, en la primera marcha convocada por los estudiantes durante la administración de la Presidenta Michelle Bachelet.

Pero al mismo tiempo, es una prioridad mantener el control de los manifestantes y evitar disturbios. Tarea compleja, que está en manos principalmente del intendente metropolitano, Claudio Orrego, y del subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, considerando además que por primera vez en dos años los estudiantes pasarán caminando frente a La Moneda y al Ministerio de Educación.

La marcha convocada inicialmente por la Cones -y a la que se sumó la Aces y la Confech- se produce a dos días de que el Ejecutivo enviara su primer proyecto de ley sobre Educación al Congreso y tras el anuncio de adelantar la iniciativa que creará la superintendencia de educación superior.

El presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Concepción, Felipe Quezada, señaló que si bien no hay certeza de que la iniciativa que crea la figura de un interventor en aquellos planteles que presenten irregularidades apuntara a enviar una señal al movimiento, "si ese era el objetivo no lo logra, porque plantea un órgano de fiscalización que no termina con el problema de fondo".

En juego

¿Qué apuestan los estudiantes con esta primera convocatoria a marchar? A juicio de la presidenta de la Feuc, Naschla Aburman, "nos jugamos la participación en la reforma. Creo que es fundamental que demostremos que somos muchos y que tenemos propuestas".

Sin embargo, el presidente de la Federación de Estudiantes de la U. de Talca, Carlos Muñoz, sostuvo que "vamos a ver si la gente sigue teniendo ilusión en el movimiento aun cuando las voceras han cometido muchos errores no presentando un discurso claro. Creo que nos estamos alejando un poco de la ciudadanía".

El dirigente planteó, además, que la forma en que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, se ha relacionado con estudiantes, rectores y profesores: "muestra un muñequeo que es una bomba de tiempo, porque ha ganado tiempo a costa de las reuniones, quedando bien con todos".

En tanto, el vocero de la Cones, Tomás Leighton, afirmó que "hay ciertas indefiniciones en el gobierno y en el Mineduc, que nos producen escepticismo. Se prometió el envío de los proyectos de fin del copago, del fin al lucro y de la selección y estamos expectantes del envío".

Mientras que la vocera de la Cones, Lorenza Soto, dijo que tras ocho años de movilizaciones, "queremos marcar una autonomía de agenda propia. Lo que no hagamos nosotros no lo va a hacer nadie".

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