Logros y desafíos de los museos regionales
[radiografia] Por años fueron olvidadas, pero las instituciones que albergan el patrimonio a lo largo del país se están renovando. Varias reabren ahora sus puertas con nueva infraestructura y museografía, además de levantarse los primeros museos en Atacama y Aysén.
En 2001 se anunció con bombos y platillos la apertura del nuevo Museo de Historial Natural de Concepción. Una museografía totalmente renovada se instaló en el moderno edificio levantado en la Plaza Acevedo de la ciudad, terminando con la larga historia de peregrinación de la colección, formada en 1869 por el naturalista británico radicado en Chile Edwin Reed Brookman. En los años 20 se formalizó la figura legal del museo, pero nunca tuvo una sede fija, rotando por 21 edificios y sorteando dos terremotos, el de 1939 y 1960.
Tras 14 años, el Museo de Historia Natural está demandando más espacio, pero ahora no tendrá que esperar tanto tiempo para ser escuchado. De hecho, ya está aprobado el diseño del edificio nuevo, que se adosará al antiguo, sumando 1.300 metros cuadrados. Las obras partirían a fines de este año y la idea es tener más salas de exposición donde se exhibirá, por ejemplo, el área insular del país, con piezas arqueológicas y antropológicas de las islas Mocha, Santa María y Quiriquina, o el área cordillerana.
La etapa de renovación que el museo penquista inició en 2001 es parte de una cruzada de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) por dotar a las regiones de museos con estándares de climatización e infraestructura del siglo XXI, y eso significó la renovación total de los museos regionales y la creación de otros, entre ellos, dos recién anunciados: el Museo Regional de Atacama, en Copiapó, que tiene proyectada su ejecución desde 2015, y el Museo Regional de Aysén, en Coyhaique, que parte en agosto sus obras.
Abierto en 2006, el Museo de Antofagasta es otro que ya planea ampliarse. Resguarda más de 10 mil piezas, entre artefactos del desarrollo minero en la zona, de la Guerra del Pacífico, hasta piezas arqueológicas, pero exhibe sólo 700 objetos. "Nuestro deseo es poder hacer uso del ex edificio del Resguardo Marítimo, que hoy ya no ocupa el Instituto Nacional del Deporte, para oficinas, más salas y extensión cultural. Además, llegamos a un acuerdo con la Dibam para construir un nuevo edificio satélite, donde guardar las colecciones y protegerlas de un posible tsunami", dice el director Ivo Kuzmanic.
Otros museos que se han renovado son el Museo Arqueológico de La Serena, que estrenó en 2009 un nuevo edificio proyectado por Teodoro Fernández; el Museo Martín Gusinde de Puerto Williams, que creció en 230 metros cuadrados en 2007, o el Museo Regional de Rancagua, que este año reabrirá sus puertas con una nueva sala de religiosidad popular.
En la última década se han gastado varios millones de dólares para dejar operativos los museos en región y, sólo en 2013, la Dibam gastó cerca de $ 5.000 millones en la gestión de ellos. Claro que si la cifra parece abultada, va decreciendo en cada caso. Los presupuestos con los que cuentan cada año los museos son justos: el que obtiene más recursos es el Museo de Historia Natural de Valparaíso, con $ 43.800.000, seguido del Museo Arqueológico de La Serena, con $ 37.804.000. Mientras que el de menor presupuesto es el Museo de Historia Natural de Concepción, que en 2013 recibió $ 19.347.000. Eso sí, ninguna de estas cifras contempla los sueldos del personal (que también varía), ni las eventuales emergencias que sufran los museos, razón suficiente para pedir más recursos a la Dibam.
"Hoy todos los museos regionales tienen una infraestructura de primer nivel y muchos se encaminan para sus segundas renovaciones. La real necesidad la tienen los museos nacionales, el Museo Histórico y Museo de Historia Natural de Santiago, que están constreñidos por el espacio. El problema es que esos museos requieren de más dinero y de una logística más compleja para crecer, y la prioridad de la Dibam hoy es poner en marcha la restauración del Palacio Pereira, donde estará su sede. Son cosas de jerarquía", señala Mario Castro, a cargo de la Subdirección Nacional de Museos, entidad dependiente de la Dibam que administra los 23 museos regionales.
Otros dos museos recién renovados son el de Historia Natural de Valparaíso y el Regional de Magallanes. En el caso del primero, el terremoto del 2010 dejó con varios daños al Palacio Lyon, que alberga desde 1988 la colección. En 2012 inauguró su primera etapa: cafetería, sala de lectura y dos salas de exposiciones temporales. Ahora, en el segundo semestre, completará el proyecto de renovación con 12 salas y nueva museografía. Entre sus más de 29 mil piezas, destaca la colección de la sabana africana, con leones, antílopes y avestruces disecadas, además de un esqueleto de elefante africano y momias chinchorro de más de cinco mil años de antigüedad. El año pasado y con la mitad de su edifico cerrado, la institución porteña se convirtió en la más visitada a nivel regional, con 103 mil visitas anuales.
Mientras que el Museo Regional de Magallanes también mejoró su edificio, el Palacio Braun, verdadero corazón de su museografía: el edificio perteneció a la acaudalada familia Braun Menéndez, la cual donó el inmueble a la Dibam en 1982 para la creación del museo. Se conservan, por esto, varios salones históricos con mobiliario y obras de arte, que muestran cómo vivía la clase alta sureña en el 1900. "Es el reflejo de una época de oro de Magallanes, pero también hay salas dedicadas a la formación del territorio y la población de la Patagonia", señala la directora Paola Grendi. En enero de 2013 se reabrió el museo, que restauró su fachada exterior y jardines, con un presupuesto de $ 1.100 millones, financiados por la Dibam y fondos del BID. Ahora, la expectativa es poder renovar el interior del palacio y la exposición permanente, que data de 2007.
"El desafío de los museos regionales es ahora lograr cautivar más público y crear lazos de identidad con la comunidad. Más participación y compromiso. Para eso, el museo tiene que ser dinámico, no tiene sentido abrirlo para esperar que simplemente envejezca", señala el subdirector de Museos, Mario Castro.
Siguiendo esta línea, los museos ofrecen, además de su exposición permanente, una cartelera cultural con charlas, ciclos de cine, conciertos y talleres. También han formado redes entre museos cercanos. Por ejemplo, el Museo de Historia Natural de Concepción, ubicado en la Plaza Acevedo, tiene un circuito natural con la Pinacoteca de la Universidad de Concepción, donde reside la colección de pintura nacional de artistas de la Generación del 13 más importante del país, además del mural Presencia de América Latina, del mexicano Jorge González Camarena. Lo mismo sucede con el Palacio Baburizza, en Valparaíso, que alberga una importante colección de pintura del siglo XIX. A cargo del municipio porteño, el palacio reabrió sus puertas en 2011, tras 15 años cerrado, revitalizando el circuito turístico del cerro Alegre y del Plan de Valparaíso.
Más oficialmente, desde 2010 se creó la Red de Museos de Magallanes, con la idea de programar actividades juntos, hacer folletos comunes, préstamos de obras y planificar capacitaciones para los empleados de museos. Lo mismo sucedió en la V Región con la Red Viva, un circuito patrimonial y turístico entre los museos de Viña y Valparaíso, que ayuda a la difusión de actividades, e incluye un ticket de descuento en la entrada de varios museos. También hay una red de museos del Maule y pronto se hará una en el Norte de Chile.
"Crear vínculos tanto con el público como entre museos es clave. Desde Santiago también recibimos actividades, la idea es descentralizar el patrimonio", dice Paola Grendi, del Museo Regional de Magallanes. "Recibimos itinerancias del Museo de Bellas Artes, y para el próximo año estamos programando una muestra que viene del Museo de la Memoria. También pasa al revés, como con un óleo de Alejandro Cicarelli que ahora tenemos en préstamo en el Centro Cultural La Moneda", agrega Grendi. Hoy, la renovación y la circulación parecen ser las palabras claves de los museos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.