Lollapalooza EEUU marca el triunfo de los consagrados y chilenos logran buena recepción

El evento de Chicago, iniciado el viernes, finalizó anoche y tuvo en los norteamericanos de Nine Inch Nails su mejor show. En tanto, Astro tuvo un público entusiasta de casi 800 personas, mientras que Raff v/s Bitman espera capitalizar su paso por la cita.




Diversidad musical y el peso de números consagrados que imponen su trayectoria y popularidad. A grandes rasgos, esas fueron las dos marcas que dejó la nueva edición del festival Lollapalooza de Chicago, realizado desde el viernes 2 hasta anoche en el Grant Park de la ciudad y que se alza como la casa matriz de una réplica chilena que ya suma tres ediciones. Como respuesta a esas variantes, el evento contó con un lleno absoluto, bandas muy distintas en ocho escenarios y la presencia de dos créditos locales, Astro y el proyecto RVSB, encabezado por DJ Raff y Dj Bitman.

Una huella que apareció desde su primer día, cuando las amenazas de lluvia merodearon el parque. Todo quedó en nada y el buen clima permitió que las primeras ovaciones se las llevaran Band Of Horses, Thievery Corporation, Hot Chip, Disclosure y Queens Of The Stone Age, el conjunto que se centró en presentar su más reciente álbum, ...Like Clockwork (2013). Bajo otro sonido, la banda New Order revalidó su pasado y finalizó su presentación, con tres covers de Joy Division.

Pero nada fue comparable a lo de Nine Inch Nails: el grupo retornaba a los escenarios estadounidenses luego de cuatro años y ofreció el mejor show de Lollapalooza 2013. De algún modo, fue una suerte de lección en que enseñaron cómo hacer un espectáculo bajo una escenografía excepcional, despachando éxitos como Hurt, Gave up y Closer.

Aunque menos espectacular en lo técnico, otro recital que captó las miradas fue el de la cantante Lana del Rey. El karaoke fue constante, pero hubo otro número donde el coro popular fue absoluto: The Killers, quienes sólo ofrecieron éxitos, demostraron su plena consagración y empezaron su jornada triunfal con Mr. Brightside.

BAILE Y MADUREZ

El sábado 3, ese espíritu variado se mantuvo con el inglés Ben Howard, quien, a pesar de tener una discografía de sólo un puñado de años, derrochó talento al mando de su agrupación. Otra de las presentaciones emotivas fue la del cantante soul Charles Bradley, quien brindó un show cargado de devoción a su público, donde al finalizar bajó del escenario para dar abrazos a todos los cercanos. Bradley asoma como una suerte de James Brown, donde el espectáculo es total y mezcla baile, discursos y una entrega apabullante.

En el costado más indie, destacaron los shows de Foals y Local Natives, pero todos los vítores se los llevó el conjunto The National, demostrando un sólido crecimiento en relación a su escala en Santiago en 2011. Su más reciente álbum, Trouble will find me, es uno de los más aplaudidos del 2013 y se nota en cada detalle de su concierto, con un Matt Berninger, líder de la banda, lanzándose varias veces hacia el público. The Lumineers, The Postal Service y, sobre todo, Mumford and Sons -con fuegos artificiales y otro karaoke multitudinario- también se graduaron de triunfadores.

VIVA CHILE

En la jornada de ayer, en el cierre, gran parte del público se agrupó en los shows de Vampire Weekend, quienes desplegaron un set macizo ante más de 30 mil personas, timbrando su ascendente suceso; y luego vino uno de los platos fuertes, los encargados de bajar el telón: The Cure, íconos del pop inglés que figuraban entre los más esperados de las tres jornadas.

Pese al protagonismo de los peces gordos, había dos espacios en el cartel reservados para los chilenos. Astro salió cerca de las 13 horas y en el escenario, Red Bull Sound Select, uno de los principales y donde, horas después, tocó la agrupación de Robert Smith. Ya con un tiempo de gira en EE.UU., los hombres inclinados hacia la psicodelia ofrecieron una presentación fresca y equilibrada para cerca de mil personas. Muchas de ellas declararon no conocerlos, pero igual se lanzaron a bailar al ritmo de Colombo, Panda y Ciervos, en una cita de casi 45 minutos y donde muchas veces se escucharon gritos de "¡Viva Chile!".

En total, los chilenos totalizaron 10 canciones. "Estamos muy contentos, notamos una muy buena recepción y la gente estaba bien prendida. Logramos una buena conexión y energía, que es lo más importante para nosotros", cuenta Andrés Nusser, líder del cuarteto.

Por su parte, el proyecto electrónico de Raff y Bitman salió pasadas las 19.30 horas, en un segmento estelar (cerca de Vampire Weekend y Cat Power) y en el escenario Petrillo, consagrado a propuestas alternativas. Ahí desenfundaron su propuesta ante cerca de 5 mil personas, las que también dedicaban ciertos minutos a los chilenos, mientras iban camino a ver números como Phoenix. Antes de saltar a escena, el dúo ya había podido calibrar su buena recepción en la ciudad, ya que -luego de lanzar su álbum por Nacional Records- se presentó el pasado viernes en el Aragon Ballroom. DJ Raff sigue: "Se vendieron hartas entradas y estuvo increíble. Eso demuestra que de a poco nos podemos ir metiendo en estos circuitos y que Lolla es una semilla más de todo esto".

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