Los aciertos y caídas del cuestionado estilo de Buljubasich en la UC

Rodrigo Braña tenía todo acordado con Universidad Católica. El mediocampista argentino se acababa de desligar de Estudiantes de La Plata y llegaría a San Carlos por dos años. El volante estaba encantado con la idea de vivir en Santiago: "Había estado en esa ciudad un par de veces y me fascinaba". No obstante, repentinamente, Braña y su representante, Jorge Cysterpiller, recibieron un llamado que abortaba su traspaso a la UC. Al otro lado del teléfono José María Buljubasich les informaba que no lo contratarían.

Así es el estilo de trabajo de Buljubasich, el gerente deportivo de la UC que ha sido fuertemente cuestionado debido a la severa crisis que atraviesa el club.

"Me argumentaron que por mi edad (entonces tenía 34 años) no se concretaba el traspaso", se lamenta Braña, hoy en Quilmes.

En realidad, el club de Las Condes retomaba las negociaciones con Tomás Costa, a quien terminaron comprando.

Rechazado por algunos, querido por otros, el Tati está en el ojo del huracán. Desde que el ex arquero tomó la gerencia deportiva, a mediados de 2010 (antes tuvo un breve paso como representante de jugadores), el club ha obtenido dos títulos: torneo 2010 y la Copa Chile del año siguiente. Además, 40 jugadores llegaron a la precordillera. Hubo aciertos, como Juan Eluchans, Lucas Pratto, Ismael Sosa y Erick Pulgar, pero también fiascos, como Leandro Díaz, Rodolfo Arruabarrena, César Carignano y Jonathan Bottinelli.

"El Tati es bueno negociando, intransigente, defiende mucho los intereses de su club y tiene puesta la camiseta de la UC", dice el representante argentino Gustavo Goñi, quien tiene una muy buena relación con el ex arquero.

"Pero tampoco es necio y sabe comprender las situaciones que se presentan. Por ejemplo, cuando nos llegó la oferta del Genoa por Pratto, Buljubasich sabía que  Católica no podía retenerlo", añade el agente transandino.

Si hay algo que no puede faltar en su pequeña oficina de San Carlos, son los informes de todos los jugadores que pertenecen a la UC, desde el primer equipo hasta la sub 14. En sus planillas excel, Buljubasich registra los partidos jugados de todos los futbolistas franjeados, sus minutos, si fue amonestado o no, entro otros acápites. Así concluye, por ejemplo, si un juvenil está capacitado o no para saltar al plantel de honor.

Lleva el mismo cálculo con los 40 jugadores que han pasado desde su rol como gerente deportivo.

"Se ha instruido bastante desde que tomó esa responsabilidad en Católica. Le gusta leer y aprender mucho, no quedarse con lo que sabe", describe el preparador físico Jorge Fleitas, con quien trabajó cuando Juan Antonio Pizzi fue técnico del equipo, desde mediados de 2010 hasta junio de 2011.

Pero también ha tenido caídas. En 2012, luego del despido de Mario Lepe como DT, el Tati viajó a Argentina donde se reunió con Gerardo Martino. El Tata le agradeció la propuesta, pero le dio un rotundo "no".

El ex arquero también propuso esperar el fichaje de Eduardo Berizzo tras la renuncia de Martín Lasarte. Los dirigentes le hicieron caso, pero finalmente el Toto partió al Celta de Vigo.

A fines de 2011, después de un entrenamiento, Buljubasich se acercó a Roberto Cereceda y le ofreció ahí mismo un cheque por $ 100 millones a cambio de que eliminara la cláusula de salida que el defensa tenía en su contrato. El jugador no aceptó la propuesta y a los pocos meses recalaría en la U, provocando un quiebre entre ambas dirigencias.

Con el actual plantel, señala un jugador cruzado, "el Tati tiene una buena relación con Cristián Alvarez y con los argentinos. Con el resto es un hola y chao".

Sí tiene respaldo en la dirigencia, especialmente de los "pesos gordos" como Luis Larraín, Luis Felipe Gazitúa y Jorge Garcés. "Buljubasich nos ayudará a salir de este mal momento. Es fundamental para nosotros", dijo Larraín la semana pasada.