Los Cavs, a un paso de hacer historia

La victoria del lunes significó una tremenda inyección de vitalidad para Cleveland Cavaliers, una dosis necesaria de amor propio en la casa de Golden State Warriors, el gran favorito, hasta ese momento, para lograr el bicampeonato de la NBA.

Anoche, los Cavs debían ratificar, ahora ante su público, ese envión que comenzó hace cuatro días en Oackland, con las impresionantes actuaciones de LeBron James y Kyrie Irving. Y la dupla no defraudó.

Desde un comienzo, dejaron claro que ni Stephen Curry ni Klay Thompson les quitarían el protagonismo. Con un primer cuarto sensacional, Cleveland borró a los Warriors, y se puso en ventaja por 31-11. Y en eso gran responsabilidad tuvieron James e Irving, a quienes se sumó Tristan Thompson, con 16 rebotes en el duelo.

En el segundo cuarto, Golden State esbozó una recuperación. Sin embargo, el local volvió a apretar el acelerador y cerró la primera mitad, con un claro 59-43.

El panorama no cambió mucho en el tercer parcial. Nuevamente, y a pesar de los esfuerzos de un Curry con buenos números (30 puntos en el encuentro), los californianos no lograban recortar la desventaja. Pero la tendencia se quebró hacia el final del cuarto, coincidiendo con el alza en el nivel de Klay Thompson. La diferencia quedaba reducida a nueve puntos solamente.

La última parte comenzó con el dominio de los Cavs. A pesar de eso, los Warriors tuvieron una última reacción, que les permitió acercarse a siete puntos. No obstante, LeBron James  tomó el control de la situación y siguió incrementando su cuenta personal, transformándose en el mejor del partido, con 41 anotaciones. Mientras Curry era expulsado y se descontrolaba.

El 115-101 final confirmó que los Cavaliers están de vuelta y que están listos para entrar en la historia como el primer equipo que gana el anillo tras ir cayendo 3-1. Eso sí, los Warriors todavía tienen algo que decir el domingo, en su casa.