Los desafíos del libro digital se toman el Congreso de la Lengua
En el encuentro que se desarrolla en Panamá el director de la RAE alertó de la piratería en la web.
Un futuro de pantallas asusta a Mario Vargas Llosa. Ayer en Panamá, en una conversación con la prensa, el Nobel peruano levantó una alerta: si el libro digital termina imponiéndose al tradicional de papel, también ganará una literatura "mucho más superficial". Fue aún más lapidario: "El espíritu crítico, que ha sido algo que ha resultado sobre todo de las ideas contenidas en el papel, podría empobrecerse extraordinariamente si las pantallas acabaran por enterrar a los libros".
Vargas Llosa será pesimista, pero está en el centro de una discusión abierta y, por ahora, sin final previsible: los desafíos del libro digital se han convertido en uno los temas principales del VI Congreso Internacional de la Lengua Española, que se desarrolla en Panamá. Y no es el único en plan de alerta: el director de la RAE, José Manuel Blecua, aseguró que hoy circulan 200 mil e-book piratas que "se pueden robar por internet".
PRESENTE Y FUTURO
Inaugurado el domingo por Vargas Llosa y el nicaragüense Sergio Ramírez, con el príncipe Felipe de España en el público, el VI Congreso sucede al fallido que se iba a realizar en marzo de 2010 en Valparaíso: el terremoto del 27 de febrero obligó a suspender el evento. Sin problemas a la vista, en Ciudad de Panamá se reúnen hasta el miércoles más de 200 académicos, escritores, editores y profesionales ligados al español. Entre los invitados chilenos se cuentan a Carlos Franz, Bernardo Subercaseaux, Pedro Lastra y Antonio Skármeta.
Ayer, este último recordó sus días en el programa El Show de los Libros y aunque valoró nuevas herramientas digitales (Twitter, Facebook, blogs, etc.), insistió en un actor fundamental: "El libro, con la autoridad de su prestigio, los atributos de su diagramación, tipografía, textura de papel, diseño de portada". Mientras Skármeta decía eso, el escritor Iván Thays tuiteaba desde allá que uno de los temas más mencionados en Panamá era el "libro virtual".
Es el futuro, pero está a la vuelta de la esquina. En España, la Meca de la industria literaria en español, hoy la producción de e-book representa un 22% del total de los libros. Hace una década, el tema no existía. Las cifras tienen una zona negra: del 11% de la población de españoles que dice leer en dispositivos electrónicos, el 60% no paga por descargar sus textos. "La piratería digital se ha convertido en un tema grave para las editoriales. Está todo el mundo pensando en fórmulas que puedan proteger los derechos de autor y a la industria", dijo en Panamá, José Manuel Blecua, director de la RAE.
Lejos del temor de Vargas Llosa, Ramírez ayer se movía por Panamá con una tableta en la que llevaba 500 libros digitales. Paralelamente, el presidente de la Feria de Guadalajara, Raúl Padilla, hablaba de oportunidades: "Hay millones de maneras de acercarse a la lectura, pero ese acceso jamás lo podremos ofrecer si insistimos sólo en los libros de papel. El libro electrónico representa una oportunidad para ampliar enormemente la influencia de la lengua española en general, y del libro en español en particular", aseguró.
En Chile, como en casi toda Latinoamérica, el tema está empezando. Según datos de la Cámara Chilena del Libro, en 2012 la producción de libros digitales representó 5,41% del total editado. Fue una caída: en 2011 fue el 13,6%. No hay estudios que expliquen qué pasó, mucho menos cuántos lectores locales ocupan dispositivos digitales (iPad, Kindle, Nook, etc.) ni cómo descargan sus libros. Pero movimiento hay: desde hace más de dos semanas, entre los e-book más vendidos en el iTunes latinoamericano está La soberbia juventud, la última novela de Pablo Simonetti. Sus anteriores tres libros están disponibles en internet entre esos 200 mil títulos piratas.
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