Los emblemáticos casos de deportistas despojados de sus títulos por dopaje

Lance Armstrong es uno de varios que llegaron a lo más alto en sus disciplinas pero que tuvieron un feroz derrubme tras dar positivo en los controles.




Lance Armstrong decidió no apelar a castigo por dopaje y, como consecuencia de ello, perderá los títulos del Tour de Francia. De esta forma, uno de los grandes mitos del deporte mundial se derrumba.

Sin embargo, no ha sido el primero que ha pedido importantes títulos por castigos relacionados con el doping. De hecho, son varios los casos emblemáticos.

El atleta canadiense Ben Johnson ganó la final de los 100 metros planos con nuevo récord mundial. Sin embargo, en su muestra de orina se encontró restos de estanozolol. Así, fue fue descalificado tres días más tarde y debió devolver la medalla.

También se anuló la nueva marca mundial, y el ministro de deportes de Canadá, Jean Charest, lo sancionó a perpetuidad.

Historiado fue, por su parte, lo de la estadounidense Marion Jones. La atleta norteamericana ganó en Sydney 2000 cinco medallas (tres de oro y dos de bronce), en pruebas de velocidad y de salto. Fue la gran figura de esa cita olímpica.

Sin embargo, en octubre de 2007 confesó ante un Tribunal Federal de Estados Unidos haber consumido sustancias no autorizadas en Sydney, por lo que fue sancionada y le fueron retiradas las cinco medallas olímpicas.

En la previa de Atenas 2004, Jones estaba siendo investigada por el uso de Tetrahidrogestrinona. Y tras confesar en 2007, fue condenada a seis meses de prisión y dos años de libertad condicional por haber obstaculizado en su minuto dichas diligencias indagatorias por dopaje, además de líos tributarios.

Y quien sabe de perder un Tour de Francia es el español Alberto Contador. Tras ganar la edición de 2010, el 6 de febrero de este año el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) le impuso una sanción de 2 años y le desposeyó de dicho título.

Lo anterior por el consumo de Clembuterol, sustancia que le fue encontrada en cuatro ocasiones durante la competición gala.

De esta forma, Armstrong forma parte de una serie de deportistas de élite que llegaron a lo más alto pero tuvieron que devolver lo ganado por el doping.

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