Los hitos de la carrera de David Pizarro en la selección chilena
Desde la Sub 23 que logró el bronce en Sidney hasta su renuncia, el volante ha tenido altos y bajo en su paso por la "Roja".
Siete años después de su último partido de la selección chilena, el volante David Pizarro regresa a la "Roja" bajo el mandato de Jorge Sampaoli. En medio, corrió mucha agua bajo el puente: Bielsa, el Mundial de Sudáfrica, la salida de Mayne-Nicholls y Claudio Borghi.
La "Roja" cambió en medio. Un nuevo técnico, Jorge Sampaoli, lidera a una nueva generación que, al parecer, convence al porteño para volver tras su salida en 2005.
La carrera del volante de la Fiorentina en la selección ha tenido altos y bajos, que vienen desde su primera aparición en la sub 23 que clasificó a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Londrina
Probablemente nadie esperaba el milagro. Tras cosechar cuatro puntos en los primeros tres partidos del Sudamericano 2000 jugado en Brasil, la "Roja" apelaba a que Brasil derrotara por más de cinco goles a Colombia para poder acceder a la segunda fase. Los dueños de casa hicieron su tarea (derrotaron 9-0 a los cafeteros) y metieron a la "Roja" de Héctor Pinto en la fase final.
Allí, la selección mostró su mejor fútbol para derrotar a Uruguay, caer ante Brasil y vencer en los últimos minutos a Argentina, con gol de Reinaldo Navia, para sacar pasajes a Australia. En la fase final, Pizarro fue clave en la mitad de la cancha para lograr la clasificación.
Noche mágica ante Brasil
Ratificado como volante en la selección adulta, Pizarro estuvo presente en el 3-0 de la "Roja" sobre el Brasil de Vanderlei Luxemburgo, el 15 de agosto de 2000, menos de un mes antes de la participación en los Juegos Olímpicos de Sydney.
Con tres goles de Marcelo Salas, la selección chilena encendió a los asistentes al Estadio Nacional y se puso en el sexto lugar de las Eliminatorias, puesto más alto que alcanzó a tener antes de caer el último lugar en unas clasificatorias que pasaron a la historia como las peores de la "Roja" desde que se juegan en la modalidad "todos contra todos".
De cualquier manera, lo que quedó en la retina de esa noche fue el magnífico pase de David Pizarro a Marcelo Salas para que éste pusiera la tercera cifra.
Sydney
Con un equipo sub 23 reforzado por Iván Zamorano, Pedro Reyes y Nelson Tapia, el elenco ahora dirigido por Nelson Acosta llegó con grandes credenciales a la competición de fútbol de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Las expectativas fueron mayores cuando en el debut la "Roja" superó por 4-1 a Marruecos. Un 3-1 sobre España, que ya contaba con varias figuras que luego serían campeonas del mundo en Sudáfrica, volvió las miradas sobre el equipo en el que brillaba Pizarro en el medio de la cancha.
Luego la "Roja" perdió 1-0 ante Corea del Sur antes de pasar a la segunda ronda. Allí, los seleccionados chilenos comenzaron a soñar con una medalla después del 4-1 sobre Nigeria (campeón vigente en ese momento) de los cuartos de final, con goles de Iván Zamorano, Pablo Contreras, Reinaldo Navia y Rodrigo Tello. Sin embargo, un 2-1 ante el Camerún de Samuel Eto'o y Patrick Mboma obligó a la "Roja" a definir el tercer lugar ante Estados Unidos, equipo al que derrotó 2-0 para colgarse la única medalla olímpica en deportes colectivos que tiene Chile.
La patada al cartel
Encabezando otro nuevo proceso, esta vez camino a Alemania 2006, Pizarro comenzó a evidenciar los primeros indicios de su molestia con lo que se vivía al interior de la selección en el empate sin goles en el Estadio Nacional ante Colombia, la noche del 5 de septiembre de 2004. En esa oportunidad, el técnico Juvenal Olmos sacó de la cancha al volante a los 59 minutos para el ingreso de Rodrigo Tello, decisión que no gustó al porteño, quien se marchó directamente al camarín, golpeando la publicidad estática del estadio Nacional.
La renuncia
El 11 de octubre de 2005, Chile cerró las Eliminatorias con rumbo a Alemania empatando sin goles ante Ecuador en el estadio Nacional, ya sin posibilidades de ir al mundial. En los camarines, David Pizarro comunicaba a sus compañeros la decisión de renunciar a la selección.
"Esta eliminatoria no tuve la confianza y por ahí estuve fuera de algunas convocatorias, pero estoy tranquilo. La idea es ahora preocuparme nada más que de mi señora y mis hijos", dijo más tarde a la prensa.
"Tengo dos hijos y me estoy perdiendo una etapa muy linda. Entonces, ya cuando te empiezan a reclamar tus hijos, la piensas porque yo fui formado en una familia que siempre estuvieron mis padres detrás... No me quiero perder esta etapa sobre todo porque luego crecen y se van", añadió.
Sin embargo, el tema que más molestaba al porteño era la constante indisciplina que veía al interior de la selección.
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