Los motores chilenos de una ilusión mundialista
Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal y Jorge Valdivia, juegan un rol clave en la Roja, Pero ¿quién es cerebro de la "Roja"?
Jorge Sampaoli sabe que buena parte de la suerte de Chile en el Mundial depende del mediocampo. Más allá de lo que suele decirse en el fútbol -de que los partidos se deciden en las áreas-, el técnico de la Roja asume que el control del juego resulta tanto o más importante que una buena definición o una gran atajada.
Por ello es que no hay día en que no sueñe con poder alinear en Brasil a sus cuatro ases: Marcelo Díaz, Charles Aránguiz, Arturo Vidal y Jorge Valdivia. Sampaoli asume que, teniendo a los cuatro en cancha, las posibilidades de éxito de Chile aumentan considerablemente.
Pero más allá del valor colectivo que supone la alineación de estos cuatro futbolistas, surge también la interrogante sobre quién es finalmente la pieza que hace funcionar al resto. La discusión se plantea a partir de las características de cada uno y, principalmente, del rol que cumplen en la cancha. Desde la visión y equilibrio de Díaz, pasando por la dinámica y desequilibrio individual de Vidal y Aránguiz, hasta la precisión de Valdivia en el último pase.
"Es complejo elegir a uno como el más importante, pero si me dan a elegir, creo que lo de Valdivia no lo reemplazas con nada. Su capacidad para pensar, para habilitar, para saber cuando acelerar o hacer la pausa. Que todo eso se plasme en un solo jugador, en este caso Jorge, lo hacen único", apunta Fabián Estay.
En ese mismo punto, Jaime Vere reconoce que el 'Mago' le da una cuota de desequilibrio diferente al resto. "Es el que maneja los hilos en los últimos 30 metros de la cancha. Es el que le da fútbol a la Selección, un fútbol distinto. Y eso es fácil".
Al analizar los virtudes de cada uno, queda claro que el pase gol de Valdivia no lo tiene nadie en el plantel. Pero las dudas que despierta su físico provocan que muchos no lo califiquen como el más imprescindible y se inclinen por otro de los mediocampistas.
"Marcelo Díaz le da una fluidez tremenda. Todos lo buscan a él cuando hay que desahogar. Y siempre habilita bien cuando empieza el ataque. Cada vez que no estuvo, a Chile le costó mucho crear circuitos. Se tardaba una jugada más en la elaboración. El es fundamental, porque te resuelve situaciones, sobre todo cuando los rivales salen a presionar arriba", sostiene Patricio Mardones.
En la misma línea, Víctor Hugo Castañeda revaloriza la ductilidad del actual mediocampista de Basilea. "Fíjate que nunca queda mal parado. Nunca está desbalanceado. Sabe cuando meterse entre los centrales y cuando empezar la jugada de ataque. Apendió mucho su libreto y eso se nota cuando juega. Y hace fácil lo difícil, porque uno cree que es llegar y darle un pase a un compañero. El no sólo lo hace casi siempre bien, sino que además te deja bien perfilado para que el otro haga la jugada justa", recalca.
La salida limpia de Díaz es sin duda una de las clave de Chile. Su capacidad para jugar a uno o dos toques, para tocar corto o hacer un cambio de frente lo convierten en un futbolista intocable para Sampaoli.
El presente de Arturo Vidal, en tanto, también lo convierte en un jugador que Sampaoli espera, desesperadamente, tener en Brasil. "Para triunfar en Italia se necesitan muchas cosas, no sólo futbolísticas. Y todo eso lo tiene este chico. Tiene unas virtudes físicas y futbolísticas que lo convierten en alguien capaz de estar robando un balón en su propia área y en la jugada siguiente lo tienes rematando a gol con la tranquilidad de un centrodelantero", enfatiza Jorge Aravena.
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