Los secretos del campus que es patrimonio penquista

Campus universidad de concepción
12.03.09 Concepcion cuidad de Concepcion, panoramicas y lugares caracteristicos como la plaza de Armas, universidad de Concepcion y el parque ecuador FOTO: CAMILA LASSALLE

En febrero pasado, la zona histórica de la Universidad de Concepción fue declarada Monumento Nacional. Un rincón icónico lleno de vanguardia.




Si uno le preguntara a los habitantes de Concepción cuál es el lugar más icónico de la ciudad, dicen que la mayoría respondería uno muy claro: la Universidad de Concepción (UdeC). La casa de estudios se alza como un lugar de encuentro y esparcimiento de los penquistas. La gran cantidad de familias, personas con animales y turistas que cada fin de semana acuden en masa a disfrutar de sus espacios verdes parecen dar cuenta de aquella sensación.

La UdeC es una casa de estudios atípica, al menos para Chile, ya que, a diferencia de sus pares, esta sí fue pensada como campus universitario. No tiene rejas, está abierta a todo quien desee conocerla; cuenta con una laguna llamada Los Patos; está rodeada por varios cerros, e, incluso, quienes se adentran en ella pueden encontrar una cascada.

Hoy, su zona central, que abarca desde el tradicional Arco, pasando por el Campanil y el Foro, llegando hasta la Biblioteca Central, cuenta con un realce especial: a fines de febrero pasado, el Consejo de Monumentos Nacionales ratificó la decisión de 2016 y confirmó a dicho sector como Monumento Nacional (ver infografía).

55-1-1180x673.jpg
PAIS patrimonio udec

Folclor y orgullo. Pero la instauración del campus universitario como tal no fue sencillo.

"La Universidad de Concepción es de la ciudad, hecha por penquistas y sin la intervención del Estado. Esta casa de estudios partió de hecho y no de derecho; incluso, las universidades santiaguinas se opusieron a la creación del campus", cuenta el historiador Alejandro Mihovilovich.

Espina central

En un principio, la idea era levantar una universidad que se vinculara con el concepto de "edificios únicos" o de "casa central", como las universidades de Chile y Católica en Santiago. Sin embargo, Enrique Molina Garmendia, primer rector de la UdeC, tras un viaje a California (EE.UU.), donde visitó varias universidades, llegó con una idea fija: construir una casa de estudios a partir de espacios abiertos que ayudaran al encuentro entre estudiantes, con ambientes de intercambio cultural y alejados del ruido.

"Cuando Enrique Molina llega a California, lo primero que ve son los campus, que no se conocían acá", explica Ricardo Utz, arquitecto y director del programa Patrimonio Cultural UdeC.

Agrega que "a lo largo del eje antiguo de la universidad se perciben tres partes que representan épocas históricas. El primer segmento está ordenado a partir de los planes de los arquitectos Carlos Miranda y Karl Brunner y en este se levantan los diferentes edificios que en su mayoría son de estilo modernista de primera época, que se combinan con la monumentalidad neoclásica".

El arquitecto y experto en patrimonio Carlos Inostroza relata que el diseño de la UdeC se realizó en cuatro etapas. "La universidad, como tal, no es que haya sido planificada. En un principio eran edificios aislados. Después de la década de los 70 tuvimos una universidad desordenada, con edificios de mala calidad arquitectónica, mal diseñados y eso explica que la actual declaratoria llegue hasta cierta área".

Añade que el decreto del Consejo de Monumentos "fue algo que sorprendió a todo el mundo, y que genera una protección interesante, que valora a la universidad, pero que en la práctica no conlleva una real conservación de los edificios, ni recursos directos para poder mantenerlos".

Hoy, el espacio declarado Monumento Nacional es una mezcla entre sus edificios, en los que funcionan facultades de diferentes áreas educativas; zonas verdes; estatuas y espacios de reunión. Según un ex alumno, "también se enfrenta a la modernidad con nuevos espacios y edificios". Como sea, la UdeC hoy no se plantea solo en lo académico. También en lo patrimonial.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.