Los siete estilos de una disculpa

Cómo decir "lo siento" y cómo no decirlo, esa es la línea central de un libro editado recientemente en Inglaterra que aborda el arte de pedir perdón.




Se habla de ego, de humillación, de arrepentimiento, de conveniencia… Una disculpa puede involucrar todo lo anterior y en el entendido que usar correctamente cada código de decir "perdón" no debiera ser tan fácil, el periodista inglés Max Davidson, en su libro Lo siento (Sorry), editado en octubre, explica cómo hay que decir "lo siento" y, quizás más importante, cómo no hacerlo.

1. La disculpa que parece excusa. Se debe reconocer el error, decir un "lo siento" simple es 20 veces mejor que llenar al otro diciendo "lo siento, estaba muy cansado / u ocupado/ tenía mucha presión". Las excusas, dice Davidson a La Tercera, hay que dejarlas para más tarde.

2. La disculpa condicional. Pedir perdón es o debería ser un acto de sinceridad. Si usted tiene que calificar una disculpa o hacerla condicional está evitando la responsabilidad. El autor llama a evitar disculpas como: "Lo siento si te ha molestado que no llegara más temprano". Si usted ha molestado o hecho sufrir a alguien debe hacerse responsable por eso.

3. Lágrimas de cocodrilo. Creer que las lágrimas reforzarán la sinceridad es un gran error. Según Davidson, el llanto termina socavando el acto de contrición. Porque si se siente miserable, no son sus sentimientos lo que importa, sino los del que está realmente afectado.

4. Desviar la culpa. Este punto hace referencia a la ya consabida situación de culpar al otro. "Es más fácil", dice el periodista del diario inglés The Daily Telegraph, pero no muy recomendable, por razones obvias: "No es muy valiente. Pero a muchos les resulta más conveniente que mirarse a sí mismos frente al espejo", explica.

5. La disculpa aguada. Es la que sale con fórceps, cuando una persona siente que "el agua le llega hasta el cuello" y que lo que procede -aunque no quiera- es pedir perdón como una estrategia de control de daños. En este caso, la disculpa aparece muy débil, por lo que el autor recomienda evitarla: "Decir lo siento, en estos casos, es sólo un acto. Si no se siente, no se dice",  explica.

6. Sintácticos trucos de confianza. Usar, por ejemplo, "lo siento", es una disculpa de doble filo. Dependiendo cómo y en qué contexto se diga, puede ser un real acto de contrición o una fórmula social para salir del paso. Según Davidson, lo mejor sería otorgarle un solo sentido y no utilizarla como una seudo-disculpa, porque pierde efectividad.

7. La disculpa como un gesto simbólico. Es una subespecie de la disculpa y tiene que ver con que en la actualidad se viven tiempos políticamente correctos y se teme ofender a alguien. Este tipo de disculpas puede hacer más daño que bien. Pida perdón cuando sea necesario y no se vaya por las ramas, dice el autor.

"Algunas personas, sin duda, han perdido el arte de pedir disculpas, sobre todo los políticos. Piensan que pedir perdón es una prueba de la falta de machismo. La mayoría de la gente común sabe cuándo debe pedir perdón, pero no siempre sabe cómo encontrar las palabras adecuadas", dijo Davidson a La Tercera.

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