Maduro radicaliza su estrategia y se niega a ir a las urnas
Al contrario de Chávez, que realizó 14 comicios nacionales, su sucesor ha preferido evitar las votaciones populares.
La oposición venezolana está cada vez más lejos de realizar un referendo revocatoria que pueda acabar con el gobierno de Nicolás Maduro. El último golpe lo recibió la noche del jueves cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE), uno de los grandes aliados del gobierno chavista, pospuso hasta nuevo aviso el proceso para llevar a cabo la consulta pública.
La oposición, aglutinada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se estaba preparando para intentar superar uno de los mayores obstáculos en la senda del revocatorio: la recolección del 20% del padrón electoral a favor de la consulta. Pero la decisión del CNE prácticamente elimina cualquier posibilidad de realizar el referendo antes del 10 de enero de 2017, lo que supone un gran problema para la MUD. De acuerdo a la Constitución del país, si Maduro es revocado luego de ese plazo, no se celebrarían nuevas elecciones sino que sería su vicepresidente quien debe terminar el mandato en enero de 2019.
El martes, el CNE también anunció, sin dar grandes explicaciones, la postergación en seis meses de las elecciones de los gobernadores que debían realizarse en diciembre. Según denunció la oposición, la baja popularidad de Maduro (según una encuesta de Datanálisis, un 71,8% votaría para revocarlo) podría golpear al oficialismo en esos comicios, razón por la que los habrían aplazado.
Si los obstáculos electorales, con la ayuda del CNE y el Tribunal Supremo de Justicia, se han convertido en algo habitual en la administración de Maduro, no sucedía así en la de su antecesor, el fallecido mandatario Hugo Chávez (1999-2013). Chávez llevó adelante 14 convocatorias a las urnas (entre elecciones y plebiscitos) mientras estuvo en el poder.
Chávez enfrentó un referendo revocatorio en su contra el 15 de agosto de 2004, donde fue ratificado en su cargo con un 59,1% de los votos versus un 40,6% de quienes querían sacarlo del poder. Sin embargo, el proceso también tuvo obstáculos: desde que se inició la recolección del 20% de las firmas, hasta el día de la consulta, pasaron 241 días.
En agosto de 2003 se comenzó la recolección de las firmas para convocar al referendo. Este proceso fue bastante ágil pero el CNE determinó que la recolección fue ilegal y ordenó una nueva recolección. En noviembre de 2003, la oposición recolectó más de 3,6 millones de firmas, pero en febrero de 2004 el CNE rechazó la petición de referendo, al asegurar que sólo 1,9 millones de las firmas eran válidas. En mayo de 2004, el CNE permitió un "proceso de reparo" para que en un lapso de cinco días aquellas personas cuyas firmas estaban siendo cuestionadas confirmaran si eran en efecto auténticas o no.
Recién en junio de 2004, el CNE aprobó la recolección de firmas de la oposición, que sumaron más de 2,4 millones. El 3 de julio se comenzó la campaña electoral.
En diciembre de 2007 el país fue convocado por el gobierno chavista a un plebiscito. Buscaba avalar una reforma constitucional para permitir la reelección ilimitada.
Sin embargo, la opción "no" se impuso con un estrecho margen: de 50,7% frente a 49,2%. Fue la primera derrota en nueve años para Hugo Chávez.
"Los últimos años desde que Maduro es Presidente se ha radicalizado el modelo en ciertos aspectos como la represión, los abusos, las violaciones a la Constitución.
Pero es difícil saber si eso ha pasado por que está Maduro y no Chávez, porque ambos son distintos. Yo creo que eso más bien ha pasado porque las condiciones han cambiado", seguró a La Tercera, el analista político venezolano Miguel Velarde.
Para el experto, el oficialismo "antes tenía cierta seguridad de que las iban a ganar. Pero cuando ya tienes el 80% del país en contra, si Chávez estuviera vivo y fuera
Presidente no dudo que su popularidad hubiera caída muchísimo. No creo que la diferencia se deba a las personalidades".
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