El Mago Valdivia lidera la solida victoria de Colo Colo en Rancagua

Llegó Jorge Valdivia al campeonato nacional. El verdadero, el desequilibrante, el que debe ser el puntal de la campaña de Colo Colo en este torneo de Transición. De la mano de sus trucos y hasta con un gol de su autoría, su equipo regresa de Rancagua con una victoria inapelable sobre O'Higgins por 1-3, en Rancagua.

¿Cólo Colo sin delanteros? Es difícil recordar la última vez que en que el equipo más ganador de Chile planteó un partido de esta manera. Pablo Guede sorprendió a todos ayer al hacer esta apuesta. Seguro que hasta los dueños de casa quedaron perplejos con la movida, con ver a Esteban Paredes sentado en el banco.

Valdés, Valdivia y Maturana eran los jugadores que, en el papel, tenían que trabajar más cerca del arco de O'Higgins. A los albos les costó tomarle la mano al partido, por el nuevo planteamiento y por el choque de rodillas y muslo entre el Mago y Pedro Muñoz a los 4', del que salió más herido el volante del Cacique. Fueron largos pasajes en que el Valdivia se movía con dificultad, se tomaba la rodilla derecha y generaba preocupación en la banca de Guede.

En ese período del partido, O'Higgins, sin ser avasallador, se vio mejor. Hizo trabajar a la línea de tres conformada por Barroso, Meza y retornado Matías Zaldivia, quien después de una larga inactividad por lesión, volvió a su puesto habitual, zaguero por la derecha, con un rendimiento más que destacado.

El desnivel llegó a los 21, en favor del cuadro popular, gracias a un tanto de penal anotado por el Pájaro Valdés. ¿Justo? Discutible, pero dio pie para una seguidilla de emociones, porque dos minutos después los rancagüinos se encontraron con el empate, gracias a una escapada en solitario de Pablo Calandria (Barroso se resbaló al marcarlo).

La rápida igualdad pudo se un envión anímico para los locales, aunque Colo Colo a esa altura ya estaba más asentado. Campos y Véjar empezaron a gravitar por las bandas, mientras que Valdivia ya se movía con normalidad. Un centro del Mago, de hecho, acabó con el segundo tanto de la visita, concretado por Meza (38'). A partir de esta conquista, el partido a ser propiedad casi absoluta de los blancos.

En el complemento, ese dominio de Colo Colo se confirmó. Y Guede, a los 61', ordenó sus piezas con más lógica, tras hacer ingresar a Paredes por Maturana. Con la referencia en ataque y con el retroceso Valdés, Valdivia se encendió. Y lo ratificó a los 70, con su primer gol en este regreso al equipo de sus amores. Centro de campos, tras una jugada notable del mismo 10, y definición certera del enganche para firmar la victoria.

Las cartas ya estaban jugadas. Los albos tenían los tres puntos en el bolsillo. El resto del partido fue sólo la confirmación de lo que se vio en la cancha, de la superioridad de un conjunto seguro. Colo Colo obtiene sus primeros tres puntos del Transición, con un aire fresco y con un Valdivia inspirado. Buenas noticias para el Cacique, buenas noticias para Guede, cuya apuesta, en esta oportunidad, sí dio buenos resultados.