Maluma pone en llamas a Viña con un show que desata las pasiones del Monstruo
La Quinta Vergara cayó desde el comienzo rendida a los pies del colombiano, que presentó un espectáculo con un inusual intermedio y apoyado en pistas para cantar sus éxitos con otros artistas.
Fue un show inicial más breve que los previos, pero que desató una intensidad quizás sólo comparable, en otro registro, con Isabel Pantoja. Cargado con la carta de presentación de ser uno de los artistas latinoamericanos del momento, Maluma llegó con el público de Viña del Mar rendido a sus pies y logró desatar la pasión de un Monstruo que coreó sus temas y se entregó en todo momento a sus deseos.
Si lo que se le pide al Festival de Viña es demostrar su vigencia y relevancia como certamen, la actuación de Maluma quedará como la mejor prueba de ello en esta edición. Porque el colombiano llegó cargado con una batería de éxitos, algunos en solitario y la mayoría en colaboraciones con artistas de la talla de Shakira, Thalía, Ricky Martin y Carlos Vives, en un momento en que su despegue es innegable.
Y Maluma demostró que está a la altura de ese desafío en varias facetas, como en una banda que sonó impecable durante la primera parte del show. Pero también demostró detalles que se pueden achacar a su juventud -tiene 22 años- o al hecho de que su salto a la escena latinoamericana ha sido vertiginosa, como un largo intermedio en que los animadores debieron rellenar para que se cambiara de ropa o la decisión de usar pistas grabadas de los artistas que cantan con él, lo que dejó una extraña sensación de playback, aunque Maluma siguiera cantando.
Al público de Viña, por cierto, nada de eso le hacía mella. Con un nivel de intensidad y gritos que superó todo lo visto, y el arrastre de Maluma entre el mayoritario público femenino que llegó a verlo, las gaviotas fueron la culminación lógica de una semana que vio a Viña apadrinar al colombiano como uno de sus hijos favoritos, sobre todo después de su decisión de donar todo su pago para la reconstrucción de Santa Olga.
El camino de Maluma recién parte, y la trascendencia de su paso por Viña sólo se podrá evaluar con el tiempo. Pero si hay algo que no se puede discutir es que cumplió con lo que se esperaba de él: que provocara que el Monstruo sacara la pasión que hace que el Festival sea un evento especial.
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