Mañana ingresará al Senado veto presidencial a ley que regula venta y etiquetado de alimentos
El veto incluye las materias acordadas por los comités parlamentarios, además de otros ámbitos no consensuados, lo que ya ha generado polémica.
Para mañana se espera que ingrese al Senado el veto presidencial a la ley que regula la venta y el etiquetado de alimentos, más conocida como "ley del super 8". El veto, no ha estado exento de polémica, debido a que incluye aspectos que no fueron consensuados por las bancadas parlamentarias.
El presidente del Senado, Guido Girardi, junto con diputados de la comisión de Salud de la Cámara criticaron las observaciones realizadas al proyecto por el Ejecutivo, señalando que no cumplen con lo acordado. "Es inaceptable que el interés de las empresas esté por sobre el Congreso y la ciudadanía. Este veto incumple los acuerdos firmados y repone las indicaciones de Sofofa y ChileAlimentos, rechazados en el Congreso" dijo Girardi.
Girardi agregó que los comités parlamentarios acordaron que el veto presidencial solo se referiría a tres puntos: permitir la publicidad de los sucedáneos de la leche materna, permitir la venta de comida chatarra en establecimientos de educación superior y excluir a la educación superior en las medidas de educación en materia de alimentación saludable.
"Una de las cosas que cambia el veto es el etiquetado, porque permite que la empresa utilice un etiquetado que está cuestionado en todas partes del mundo y recoge la propuesta de ellos. Esto es una campaña del terror de las empresas. No quieren que el alimento diga que es alto en grasa, sal y azúcar, quieren mantener la falta de información. La gente tiene derecho a saber y a no ser engañada", indicó Girardi.
Además, agregó que el veto también incorpora otros ámbitos no consensuados entre las bancadas. Se reduce el ámbito de aplicación de la ley solo a "alimentos envasados" siendo que ésta se refería a todos los alimentos en general, se permite la adición de ingredientes que puedan crear una impresión errónea, se prohíbe la publicidad de la comida chatarra a menores de 14 años y no en general, y se elimina la exigencia de realizar tres bloques de educación física en los colegios reemplazándolo solo por la obligación de promover hábitos de vida saludable.
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