Mapuches radicales reclaman tierras avaluadas por dueños en US$ 5 millones
"¿Por qué los ministros no reparten sus casas en Santiago? Yo no he ofrecido mi campo, a mí me están obligando a tasarlo". Así responde el agricultor René Urban al gobierno cuando, hace unas semanas, aseguró que los dueños de terrenos en La Araucanía especulan con sus tierras.
Del total de los campos que se extienden desde el río Malleco al surponiente, las comunidades Temucuicui y Requén Pillán, las más radicales, presentan la mayor cantidad de ocupaciones y demandas. La primera se ha hecho conocida por protagonizar los incidentes más violentos y porque allí se han refugiado varios prófugos de la justicia. A la segunda pertenecía el comunero Jaime Mendoza, muerto de un disparo durante un desalojo.
En conjunto, ambas demandan cerca de 50 predios de Ercilla y Collipulli, con una superficie total de 7.000 hectáreas. Están principalmente en manos de los agricultores René Urban, Jorge Luchsinger y las forestales Arauco y Mininco.
"En más de 10 años nunca he visto a una autoridad de gobierno venir a mirar todo el trabajo que tiene mi campo", aseguró Urban, quien construyó una zanja de 400 metros para evitar nuevas tomas en el Fundo La Romana, hecho que fue criticado por la intendenta de la IX Región, Nora Barrientos. Al respecto, Urban dijo que la autoridad no debe burlarse de la gente que ha sufrido ataques.
Por su parte, Jorge Luchsinger, quien ha sufrido más de 70 ocupaciones en su predio, asegura que "una vez que esas tierras sean traspasadas a los mapuches esto se transformará en un desierto. Quieren entregarles campos por millones, más de US$ 5 millones, para perderlos", añadió.
Un dato: según el estudio agrológico del Centro de Recursos Naturales, el tratamiento que han recibido las tierras en manos de firmas forestales y agricultores supera en más de 400% la inversión promedio que realiza un mapuche por cada hectárea.
DEMANDAS
La complejidad del problema radica en la lectura de los dominios: Mientras los privados defienden la adquisición y explotación de los terrenos adquiridos, las comunidades mapuches invocan "derechos ancestrales", títulos de propiedad y cartografía de fines del siglo XIX.
Del recuento de tierras en conflicto, las más emblemáticas para Temucuicui son los fundos La Romana y Montenegro, de René Urban, con unas 188 hectáreas (has); Pidenco y Esperanza, de Bosques Arauco (350 has), y Poluco, de Forestal Mininco (328 has.). En total, esa comunidad ha presentado reclamaciones a Conadi y ha efectuado ocupaciones por 907 has (ver infografía).
El panorama de Requén Pillán es más difuso, puesto que reclaman propiedades que en el pasado comprendían grandes extensiones.
La demanda se basa en la subdivisión diseñada por Nicanor Boloña, primer cartógrafo del territorio chileno. Según estos planos, a la comunidad Requén Pillán le correspondería todo el territorio ubicado al interior del cuadrante comprendido entre los antiguos fuertes Chihuaihue, Lolenco y Collipulli, establecidos en La Araucanía durante la segunda mitad del siglo XIX, territorios que hoy están ocupados por villas y poblados. De allí la complejidad para el Estado de realizar los estudios y comprar (ver recuadro).
En Conadi, organismo que será reestructurado tras una serie de irregularidades en las compras, dijeron que los procesos han seguido el curso normal, de acuerdo a la reglamentación que establece la Ley Indígena.
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