Marco Antonio de la Parra estrena montaje inspirado en su historia familiar
La UP, dirigida por Francisco Krebs, se estrena el 2 de agosto en el teatro de la U. Finis Terrae.
11 de septiembre de 1973. Mientras los aviones bombardean La Moneda, una pareja enciende una fogata en el patio trasero de su casa. El objetivo: eliminar la evidencia. Fotos, libros, discos, recortes de diario… En segundos, la historia familiar se reduce a cenizas y, con ella, se esfuman también los ideales de la Unidad Popular.
Así comienza La UP, obra de Marco Antonio de la Parra (1952) que se estrena el próximo viernes en el teatro de la Universidad Finis Terrae, dirigida por Francisco Krebs. "El texto se inspira en recuerdos de mi juventud y se construye a partir de la imagen de mis padres quemando todo lo que tuviera que ver con la Unidad Popular -el día del golpe de Estado- por temor a un inminente allanamiento del domicilio", recuerda De la Parra.
Hijo de un médico de simpatías socialistas, su madre votaba por la Democracia Cristiana, "por lo que no sólo se respiraba un ambiente de temor, sino que de muchas rencillas internas", cuenta. "En lugar de centrarme en el período de la dictadura, quise abordar los años previos, donde se vivía una gran inestabilidad política y social, pero, sobre todo, familiar".
A partir de esta escena inicial, la pareja interpretada por Paola Volpato y Hernán Lacalle repasa una serie de recuerdos centrados en los años de la UP, mientras aluden, constantemente, a la figura de su hijo. "El niño opera como una fantasía, pues nunca sabemos si existe o no, si está vivo o muerto", aclara el dramaturgo.
"La puesta en escena se aleja del realismo", cuenta el director, Francisco Krebs. "Proponemos una estructura fragmentada, con saltos en el tiempo. Hay muchos episodios trabajados desde lo grotesco e, incluso, desde el surrealismo, lo que se potencia con la presencia perturbadora de ese hijo", agrega el realizador de los montajes Déjate perder y Angel a martillazos, donde también trabajó con Volpato.
El diseño, a cargo de Pablo de la Fuente, sigue esa misma línea. "El escenario se asemeja a una isla detenida en el tiempo. Esta pareja está pegada en un lugar derruido, en una especie de herida, de trauma. Esto se complementa con la proyección de imágenes audiovisuales de la época, pero revisitadas. No se trata de un trabajo documental, sino que de plantear una mirada desde hoy hacia ese pasado", cuenta Krebs.
Lo público y lo privado
Con motivo de los 40 años del golpe militar, de la Parra optó por marcar un punto de inflexión en su trayectoria, con un texto que mezcla el plano histórico con el punto de vista personal. "Sin duda, se trata de mi obra más íntima. En general, mis creaciones han seguido dos líneas: una centrada en la historia y otra ligada a los conflictos sociológicos y afectivos. Con La UP conseguí mezclar ambos aspectos".
El resultado: una suerte de prólogo del golpe militar narrada desde la otra vereda, desde aquel lado B donde no se aborda la política en términos estrictos, sino que, más bien, se analizan sus consecuencias en la vida cotidiana. "Lo importante es que los protagonistas no son los grandes políticos, sino que los integrantes de una típica familia de clase media", subraya De la Parra.
Precisamente, a juicio del director, "esto hace que la obra sea más cercana a la gente y, a la vez, más universal. Como el tema se aborda desde el plano privado -y no desde el archivo o lo noticioso- podría tratarse de cualquier familia que vive en el exilio, en una guerra mundial o en dictadura".
A menos de una semana del estreno, las expectativas del equipo son altas. Y, por lo menos para De la Parra, trascienden lo teatral. "Creo que la obra va a generar polémica, pues muestro los dos lados de lo que se vivió en la Unidad Popular: no sólo como una derrota, sino también como un fracaso", finaliza.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.