Más arrastre popular que de élite

Nadie quiere correr en Santiago. Nadie de los más grandes. Definitivamente el maratón capitalino es más popular que competitivo. Una vez confirmada la lista de atletas elite que llegarán para quedarse con el premio, nuevamente las marcas no están acorde con las plusmarcas de nivel mundial.

Según las cifras oficiales, serán 14 corredores -10 hombres y cuatro mujeres- los que liderarán el pelotón de avanzada. De todos ellos, los keniatas Luka Rotich Lobuwan (récord personal de 2h 08'12", en 2013, y ganador de Santiago en 2015) y Richard Sigei (2h 08'28", en 2015) son los que llegan con mejores tiempos. Ambos son los favoritos para, además, batir el récord del circuito, impuesto por Victor Kipchirchir el año

pasado, en 2h 11'01".

En damas, retorna la peruana Inés Melchor, que en 2015 bajó la plusmarca de la prueba a 2h28'18". También es la con mejor crono, con 2h 26'48". Ogla Kimaiyo, con 2h 29'15", es quien la sigue. $3.000 dólares recaen, además, para quien logre batir ambas marcas.

Sin embargo, la deuda sigue siendo atletas veloces. El mundo lucha por bajar de las 2 horas.

La altimetría del circuito, que busca supera los 300 metros de ascenso, sumado a los bajos montos por premios, condicionan el nivel de los atletas que llegan a la prueba. Desde que el también keniata Paul Tergat (2h 4'55") en 2003 hasta ahora, se ha batido seis veces el tiempo mínimo del maratón en el mundo. Siempre fue en Berlín. Santiago es un maratón masivo, pero lento.