Más de tres mil personas despidieron a niño Diego Poblete

Unas 600 personas repletaron la catedral de la ciudad de Los Angeles, en la Región del Biobío para despedir los restos del niño Diego Poblete quien falleció el martes pasado por una falla multisistémica luego de permanecer seis meses internado en el Hospital Calvo Mackenna donde se le realizó un trasplante hepático.

En las afueras del recinto había otras 2.600 personas, entre ellas niños que portaban pañuelos y globos blancos en señal de adiós.

La carroza fúnebre rodeó la plaza de la ciudad, pasó por el colegio Hispanoeamericano donde estudió el niño y se dirigió al cementerio general donde fue sepultado.

En la misa el obispo de Los Angeles, Felipe Vacarezza, destacó la "lección" que dejó el menor tras luchar por su vida.

"El nos ha dado una lección sobre el valor de esta vida, la entregó todos los meses que luchó por mantenerla, ojalá aprendamos a cuidar la vida, la de nosotros y la de los demás, nunca habíamos recibido una lección tan importante, ahora la enseña un niño de 12 años, enseñó que la vida terrena es temporal", dijo el obispo.

Agregó que "la segunda lección es que la duración de nuestra vida no es lo que importa, sino vivir en la justicia y el bien".

Gran parte de la locomoción colectiva de la ciudad paralizó sus actividades para apoyar en el traslado de las miles de personas al camposanto. Luis Poblete, padre del menor se despidió de Diego, le pidió disculpas si falló en los últimos momentos y dijo que se llevaría "los mejores recuerdos" mientras estuvo con vida. 

"Hoy en el día de tu partida te pido que me disculpes, esta vez te fallé cuando querías partir. Te pido que me disculpes si te fallé en los últimos momentos (…) Me dejaste un gran vacío, ahora tengo que luchar por tus otros dos hermanos", dijo.

Tras el funeral agregó que estaba "más relajado, tranquilo queriendo asumir todo este proceso, porque no lo estaba asumiendo".

El menor fue trasplantado el 28 de marzo pasado. Si bien la operación fue un éxito, a los pocos días su cuerpo rechazó el nuevo órgano y su salud se fue deteriorando. Aparecieron las infecciones y otras enfermedades oportunistas, que lo atacaron por sus bajas defensas. Ingresó más de 30 veces a pabellón, estuvo dializado y la semana pasada presentó un derrame cerebral, lo que finalmente precipitó su deceso.