Masiva jornada de "cacerolazos" en Argentina contra gobierno de Cristina K

La convocatoria fue realizada a través de las redes sociales en las principales ciudades del país y también por argentinos que residen en el exterior.




En varios puntos de Argentina comenzaron ya las protestas contra el gobierno de Cristina Fernández, y en especial a la "re-reelección" de la mandataria, en un marco de crecientes tensiones entre oficialistas y opositores sobre el verdadero alcance y significado de la manifestación.

El cacerolazo que fue convocado a traves de las redes sociales supone un nuevo desafí­o a la mandataria en menos de dos meses. El 13 de septiembre fue el primero de carácter masivo contra el gobierno en la capital argentina y otras ciudades importantes del país.

Si bien hay múltiples puntos de reunión, se espera que muchos manifestantes marchen desde distintos barrios para confluir en el Obelisco de Buenos Aires, consigna Clarín.

También hay movilizaciones programadas en las principales ciudades del país, como Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta y Tucumán, además de argentinos que residen en el extranjero se movilizarán a las embajadas nacionales en Londres, París, Madrid, Roma y Santiago, entre otras capitales.

A diferencia de lo ocurrido en el cacerolazo de septiembre pasado, Cristina Fernández decidió seguir la jornada de movilizaciones desde la residencia presidencial de Quinta de Olivos, en vez de un acto con simpatizantes que en esa ocasión se realizó en la ciudad de San Juan.

RECHAZO A LA "RE-RE"

Una reciente encuesta de la consultora Management & Fit (M&F) reveló que un  80% de la población rechaza la re-reelección de la presidenta, pero detectó que  siete de cada 10 argentinos desaprueban también a la oposición.

La inseguridad por la crónica violencia en los asaltos es la mayor  preocupación de los argentinos, con un 79,4% de opiniones, delante de la  inflación, con 64%, según M&F.

Las elecciones de renovación de la mitad de los diputados y un tercio del  Senado se realizarán en octubre de 2013, pero analistas observan difícil o casi  imposible que Kirchner obtenga un triunfo de tanta magnitud que le otorgue los  dos tercios de las bancas del Congreso necesarios para una reforma de la  Constitución.

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