Medios de EEUU califican victoria de Romney en Florida como "contundente" y "decisiva"
La gran diferencia de votos lograda por el ex gobernador de Massachusetts, de más de 14 puntos sobre Newt Gingrich, confirma su favoritismo para ser el abanderado republicano en las presidenciales de noviembre.
Los medios estadounidenses no dudaron hoy en resaltar la victoria de Mitt Romney en las primarias celebradas ayer en Florida y que, según coinciden los analistas, suponen un paso de gigante en los esfuerzos del ex gobernador de Massachusetts por hacerse con la candidatura republicana a la presidencia estadounidense.
Calificaron la victoria de Romney como "Contundente", "Dramática" y "Decisiva".
Y es que Florida significa para Romney mucho más que los ya de por sí importantes 50 votos de delegados que le dan para la Convención Republicana que en agosto deberá coronar en ese mismo estado al candidato oficial del partido que trate de arrebatarle la presidencia al demócrata Barack Obama, detalla la agencia Dpa.
Su triunfo "sirve como una refutación directa a las críticas acerca de que no es lo suficientemente conservador para ser el nominado del partido", sentenció el diario The Washington Post en referencia al fuerte conservadurismo que caracteriza a los republicanos de Florida, según coinciden muchos analistas.
Por su parte, The New York Times destacó que su "imponente victoria ofreció una contundente respuesta a las inquietudes que surgieron sobre su candidatura apenas hace diez días, tras la punzante derrota ante (Newt) Gingrich en Carolina del Sur".
Porque Florida no sólo rompe el empate técnico que mantenían los candidatos hasta ahora, con tres votaciones republicanas previas que dieron la victoria a igual número de aspirantes. La gran diferencia de votos lograda por Romney en este estado costero, de más de 14 puntos, hace olvidar que su hasta ahora otra única victoria, en New Hampshire, fue mucho más estrecha de lo esperado por los expertos.
Su contundente resultado en Florida le sirve además para rebatir el argumento que su máximo rival, Gingrich, había mantenido: que los votos del ex presidente de la Cámara de Representantes, unidos a los del tercer aspirante en liza, Rick Santorum, podían superar los recibidos por Romney, demostrando así que el voto "conservador" no está del lado del millonario ex gobernador.
No fue así en Florida, donde Gingrich sólo obtuvo el 31,9 por ciento de los sufragios y Santorum el 13,4 por ciento, cuya suma no llega al 46,4 por ciento obtenido por Romney.
Quizás por ello The Miami Herald fue más allá aún y aseveró que la victoria en Florida demostró que Romney "puede ganarse a los conservadores, triunfar en los debates y luchar una campaña de golpes que puede dejar deshecho a un oponente".
Es más, agregó el rotativo floridano, Florida "también demostró a los republicanos que (Romney) puede realizar el tipo de campaña nacional capaz de derrotar a Obama en noviembre".
Y es que Florida, coinciden los analistas, no sólo es relevante por constituir el cuarto estado más poblado del país. Más importante aún es que constituye una fuerte representación de la "diversidad geográfica, política y étnica" de todo Estados Unidos, recordaron medios como el "Post" o el "Herald".
Datos todos ellos que un más que sonriente Romney tenía seguramente en su cabeza cuando, anoche, salió a celebrar su victoria dejándose presentar por su esposa, Ann, como el "próximo Presidente de Estados Unidos".
DISCURSO
Al igual que ya hiciera tras su victoria en New Hampshire, Romney pronunció un discurso más presidencialista que de victoria local y, consciente de los estragos que ha podido causar su fuerte enfrentamiento de los últimos días y semanas con Gingrich, apeló a la unidad del Partido Republicano para lograr imponerse a Obama.
"Nuestras primarias no nos dividen, nos preparan y vamos a ganar", aseguró Romney. "El nuestro será un partido unido con un billete ganador para Estados Unidos (...) Estoy listo para liderar este partido y para liderar a nuestra nación", prometió.
Mas tampoco dejó pasar la ocasión para volver a distanciarse de Obama y refutar al mismo tiempo los ataques de quienes piensan que su candidatura es demasiado parecida a la del mandatario como para vencerlo. "Obama y yo tenemos visiones muy diferentes para el país", afirmó el millonario ex empresario.
Pero pese a que Florida le ha dado un respaldo significativo, la carrera republicana está lejos de terminar. Por si a alguien le cupieran dudas, Gingrich colocó durante su discurso en Florida grandes carteles con el lema "Aún quedan 46 estados" y, en un combativo discurso, prometió "luchar en todos los lugares".
"Y vamos a ganar y estaré en Tampa (sede de la convención republicana) como el nominado en agosto", prometió.
Ya en Nevada, próxima cita el sábado para un nuevo asalto republicano, también Santorum y Paul aseguraron que no tienen intención alguna de tirar la toalla pese a sus pobres resultados, confirmando predicciones de los analistas que hace tiempo vaticinaron que la batalla republicana puede prolongarse mucho más de lo esperado.
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