Minisatélites espías, la apuesta del Pentágono para rastrear la amenaza de Kim
Dispositivos serían lanzados a fin de año y permitirían ejecutar el plan militar llamado "Cadena Letal".
Con la prueba esta semana de un misil Hwasong 14, capaz de recorrer hasta 6.700 kilómetros, el líder norcoreano Kim Jong Un elevó el tono de los "juegos de guerra". Ahora la amenaza no sólo se limita a la península coreana y sus vecinos, sino que se extiende a territorio norteamericano, al ser capaz de llegar a Alaska.
El Pentágono y expertos en inteligencia habían advertido hace tiempo sobre el rápido desarrollo de misiles balísticos por parte de Pyongyang. Y junto con ello habían alertado sobre una situación quizá más preocupante: la capacidad de EE.UU. para detectar los preparativos norcoreanos para el lanzamiento de un misil. La cobertura de los satélites espías norteamericanos era tan irregular que podría no dar aviso cuando se estuviera alistando una operación de Norcorea.
Esta situación, según The New York Times, desató una urgente, pero silenciosa búsqueda de maneras para mejorar la habilidad de advertir el peligro con anticipación y la capacidad de destruir misiles mientras se encontraran en la plataforma de lanzamiento.
La solución provino de Silicon Valley, donde la administración de Barack Obama empezó a invertir en pequeños y baratos satélites civiles. Estos permitirían disponer de imágenes para identificar los sitios de lanzamiento de Corea del Norte y sus instalaciones nucleares y así destruirlos con antelación si el conflicto es inminente.
Según el Times, los primeros microsatélites serían lanzados a fines de este año, o a principios del próximo. Enviados al espacio en grupos, algunos permaneciendo en órbita sólo uno o dos años y proporcionarían cobertura necesaria para ejecutar un nuevo plan de contingencia militar llamado "Cadena Letal".
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