Ministerio de Justicia ordena restringir uso de celdas de castigo en cárceles
Tras un diagnóstico efectuado por Gendarmería, que evidenció un uso "mayoritario" de la sanción, se creó un nuevo reglamento.
Veintitrés horas de encierro al día, en celdas de dos por tres metros cuadrados, y el impedimento de recibir visitas durante el tiempo que dure el castigo son parte de las medidas que aplica Gendarmería contra los reos que cometen actos de indisciplina o violencia en los penales.
Una acción que, según dicen desde el Ministerio de Justicia, quedaba al arbitrio de las autoridades carcelarias, que podían aplicar hasta 10 días de castigo por faltas graves como agredir a un funcionario, o un acto leve como insultarlo.
Por esta razón, en marzo pasado, la ministra de Justicia, Patricia Pérez, solicitó al alto mando de Gendarmería realizar un diagnóstico del uso de las celdas de aislamiento. Los resultados, según sostuvo la secretaria de Estado, "nos preocuparon".
Pérez planteó que el análisis realizado arrojó que "existía un uso mayoritario y preponderante de las celdas de aislamiento como medida frente a una falta". Es por esto que se creó un reglamento que restringe su uso e, incluso, obliga a dejar constancia de la versión del recluso sancionado.
"Es una normativa especial que establece cuáles son los criterios que se tienen que utilizar cuando Gendarmería decida adoptar este tipo de sanciones", planteó la ministra.
En un informe elaborado en marzo por la fiscal de la Corte Suprema Mónica Maldonado se advirtió que estos módulos no contaban con luz natural, ventilación ni servicios higiénicos. Además, los reclusos estaban en estas celdas más del tiempo permitido y a veces la utilización de la medida era desproporcionada respecto de la falta.
Para la ministra Pérez, la nueva normativa permite aplicar "distintos tramos de sanciones. Y, además, se incorpora el concepto de circunstancias 'atenuantes y agravantes'. O sea, para aplicar una sanción se va a tener que considerar la versión del interno". Para la elaboración de la normativa se consultó a la fiscal Maldonado y al abogado Claudio Nash.
La escala de sanciones contempla desde uno hasta tres días de encierro. El segundo tramo va desde cuatro a cinco días de aislamiento. El tercer tramo, en tanto, comprende encierros de seis a ocho días, y el más grave implica la aislación por nueve a 10 días. Uno de los puntos de la normativa es que, en casos menos graves, se podrá decretar la suspensión de las visitas por un mes o la reclusión en estas celdas sólo los fines de semana.
Medidas
Gendarmería podrá aplicar las sanciones máximas a quienes cometan una agresión, amenaza o coacción contra otros internos y funcionarios. También contra quienes participen en motines, huelgas de hambre, porte, tenencia o fabricación de armas o intentos de fuga, entre otros ilícitos.
Sin embargo y, como una forma de asegurar el debido proceso, se le considerará como una atenuante para reducir los días de castigo haber sido provocado o amenazado por otro interno o un funcionario de la entidad; el intento de reparar el daño causado o la confesión de la falta.
El nuevo reglamento, además, considera como una agravante la reiteración de faltas, la agresividad y violencia del reo, así como también actuar motivado por una ideología u opinión política o religiosa.
La normativa también obliga a que en los casos de quienes cumplen prisión preventiva a la espera de una sentencia, se informe de inmediato a un juez de garantía sobre el castigo aplicado. Asimismo, la normativa obliga a que el departamento de Derechos Humanos de la institución lleve un registro de los días que un recluso pase dentro de una celda de castigo.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.