Ministro de Justicia: "Durante mucho tiempo no existió preocupación por la situación penitenciaria del país"
El titular de Justicia Teodoro Ribera, recorrió el penal de San Miguel a un año de la tragedia que dejó 81 reos fallecidos producto de un incendio.
El ministro de Justicia Teodoro Ribera recorrió la cárcel de San Miguel en compañía del director nacional de Gendarmería Luis Masferrer, penal que ahora alberga a mujeres. Allí ambos resaltaron los avances que se han hecho en el penal en materia de infraestructura y calidad de vida de las internas, aun año de la tragedia del penal donde murieron 81 reos calcinados producto de un incendio.
En la oportunidad el ministro Ribera manifestó que durante muchos años no hubo una preocupación real por el sistema penitenciario, asegurando que es algo que supera a muchos gobiernos.
"Yo no puedo asegurar que no vaya a ocurrir otra tragedia como la de San Miguel pero hay un tema histórico en Chile en materia carcelaria y esto supera a muchos gobiernos. No existió una preocupación real por la población penitenciaria y también una débil preocupación por gendarmería. Lo que estamos haciendo es colocar el tema penitenciario como un tema de seguridad pública. Mejorar la seguridad pública significa mejorar los penales del país, de los internos y de gendarmería", dijo el ministro.
En materia de avances en los penales, Ribera agregó que "el día del incendio el penal de San Miguel tenía 1957 internos y nuestro objetivo fue transformar este penal, que era de hombres, en un centro penitenciario femenino que albergará una población de al menos mil mujeres. Esto obedece a una política de género, las mujeres producen menos problemas pero en Santiago tienen la mayor tasa de hacinamiento".
POLITICAS DE GESTION
En tanto el director nacional de Gendarmería Luis Masferrer expresó que "hemos hecho politicas de gestión importante, el hacinamiento es una realidad que existe y lo que hemos hecho es realizar una mejor distribución de la población penal. Hicimos un catastro muy profundo respecto de la existencia de plazas disponibles al interior de los recintos penales a lo largo de nuestro país y nos dimos cuenta que éramos capaces de redistirbuir y bajar los niveles críticos de hacinamiento en unidades penales complejas, por ejemplo la ex penitenciaría de Santiago, que llegó a tener 7 mil 800 internos para una capacidad de no más de 2 mil 400".
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