Ministros de exteriores del G8 debaten condena a elecciones en Irán

Durante la primera reunión de ministros de exteriores de los países que conforman el Grupo de los ocho (G8), un párrafo clave de condena al proceso electoral en Irán, quedó hoy en el centro de las discusiones. Mañana se espera que se llegue a una conclusión que supere las diferencias.

En la reunión en Trieste, preparatoria de la cumbre de julio entre los gobernantes del foro, el canciller italiano, Franco  Frattini, respaldado por otros países -entre ellos Francia-, se declaró varias veces a favor de un texto de condena "duro, claro  y unívoco", sobre las elecciones en Irán, donde la oposición denunció fraude y salió a las calles, enfrentándose a la policía y a oficialistas.

Ante esa posición, Rusia hizo sentir su voz, planteando que "aislar a Irán sería equivocado", alertó el canciller, Sergei Lavrov, y subrayó que frente a la situación, "la palabra clave debe ser 'involucrar'".

Al margen de la reunión plenaria del G8, Frattini y Lavrov, mantuvieron durante la tarde un encuentro bilateral, luego del cual, el ministro italiano subrayó "la disponibilidad de Rusia" para llegar a una condena "unánime y firme" contra la "escalada" de violencia que en estos días sacude a Irán.

No obstante, aclaró de inmediato que "ningún país en el mundo está pensando en recontar los votos, no lo piensa el Presidente (norteamericano), Barack Obama, ni lo piensa la Unión Europea. Lo que queremos es una respuesta iraní sobre el resultado electoral y por ahora no la hemos obtenido".

Irán fue convocado a estas deliberaciones pero rechazó la invitación y, pese a la ausencia, fue el tema central de los debates de los cancilleres de los ocho países más ricos.

En Teherán, el vocero de la cancillería iraní, Hassan  Qashqavi, acusó precisamente a Roma de ser responsable de esa ausencia. Italia "no respetó los acuerdos" hechos días atrás, ni organizó las tratativas que deberían haber allanado el terreno para contar con un representante iraní en Trieste, aseguró Qashqavi.

No obstante, agregó, ello "no impedirá a Teherán dar su contribución a la estabilidad y la paz en Afganistán", que es un tema central para el G8 y, especialmente, para Estados Unidos.

Por su parte, el portavoz de la cancillería italiana,  Maurizio Massari, afirmó al final de la jornada que dentro del G8 "no existen fracturas" sobre la situación en Irán.

Massari interpretó que hay "una común sensibilidad" sobre el hecho que debe llegarse a "un equilibrio" entre la necesidad de dar una firme respuesta a las violencias de estos días en Irán, sin que esto lleve "a cerrar las puertas" al diálogo con Teherán.