Minsal busca subir penas para tráfico de fuegos artificiales ante aumento de menores quemados

El Ministro de Salud se refirió a esta iniciativa cuando realizó el balance de la Campaña Alto al Fuego 2011-2012.




El ministro de Salud, Jaime Mañalich, asistido por el presidente de Coaniquem, Jorge Rojas Seguers, y el Coronel Jaime Barría Montial, jefe del Departamento de Control de Armas y Explosivos de Carabineros de Chile, entregaron un balance de la Campaña Alto al Fuego 2011-2012.

El balance comprende desde el período entre el 6 de diciembre de 2011 a enero de 2012 y se registraron nueve casos a nivel nacional, cinco casos más que el año pasado. Dos personas son de la ciudad de Antofagasta, uno de Calama, uno de Alto Hospicio y cinco en Santiago, todos menores de edad entre los 6 a 14 años que sufrieron lesiones en las extremidades, siendo la mayoría espectadores.

La principal causa de quemaduras fue por petardos manipulados inadecuadamente y todos los casos fueron de manejo ambulatorio. La prevención es vital para frenar el aumento de menores quemados, el llamado es denunciar y no usar ni vender fuegos artificiales.

Además el ministerio de Salud en colaboración con Coaniquem promoverán una ley que establece como delito el tráfico y venta de fuegos artificiales de uso doméstico en todo el territorio chileno. Por lo cual las penas aumentarían considerando la peligrosidad de manipular incorrectamente estos artefactos que afectan mayoritariamente a menores de edad.

El ministro de Salud agregó que "hemos acogido el llamado que han hecho el presidente de la Cámara de Diputados y el presidente del Senado para promulgar una ley mediante una  iniciativa presidencial que crea la figura criminal, la figura penal, en el código penal del tráfico de fuegos artificiales. De manera tal que aquellos grandes comerciantes que importan, que transportan en camiones, que son comerciantes mayoristas se vean enfrentados a sanciones nuevas. Una vez penalizado esto e inscrito en el código penal, arriesguen cárcel".

La ley 19.680 que fue promulgada el 25 de mayo de 2000, y establece la prohibición del uso doméstico de fuegos artificiales. Las cifras son reveladoras desde la implementación de la ley que hizo bajar la cantidad de 77 a 10 personas quemadas por año.

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