Mónaco hace trizas el sueño europeo de Sánchez

No hay caso con Arsenal. La fragilidad futbolística y especialmente sicológica volvió a quedar de manifiesto en una instancia decisiva. Esta vez, ante Mónaco en el duelo de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, el cuadro londinense cayó en casa por 3-1 e hipotecó buena parte de su suerte en el torneo continental.

Ni siquiera la posibilidad de contar con el equipo estelar ayudó al técnico Arsene Wenger para dar una señal de contundencia. Nuevamente, como viene sucediendo en los últimos años, Arsenal no estuvo a la altura de las circunstancias y volvió a dejar muchas dudas con respecto a su real capacidad para enfrentar a rivales de elite.

Alexis Sánchez, de pocas luces en el último tiempo producto de problemas físicos, no bastó tampoco para torcer la historia de un equipo que viene acumulando decepciones por montones. El chileno, que cumplía su partido número 500 en el profesionalismo, extendió de paso su sequía goleadora. Ya van 46 días sin festejar un tanto.

Mónaco, que en el papel lucía como un rival propicio para soñar con una clasificación a los cuartos de final, especialmente por el rendimiento que exhibe en la liga francesa, aprovechó cada uno de los regalos que le brindó Arsenal. Incluso, quedó la sensación que se llevó a Francia un resultado corto para las ocasiones que desperdició en el primer tiempo.

Más allá de que intentó apoderarse del juego, a partir de la habitual precisión de sus volantes, el cuadro londinense fue incapaz de profundizar sobre el pórtico galo. La inclusión del tridente Sánchez-Giroud-Welbeck, terminó achicando los espacios en ataque más que dándole variantes a Cazorla y Özil, los encargados de generar fútbol. Mónaco, agazapado en su zona, esperaba el momento para dar el golpe de gracia.

Y este llegó en la recta final de la primera parte, cuando un disparo de Kondogbia se desvió en el pecho del alemán Mertesacker, lo que dejó sin opción al portero Ospina. La apertura de la cuenta fue un golpe al mentón de Arsenal.

Para colmo, cuando intentó acomodarse en el segundo tiempo a jugar en desventaja, el búlgaro Berbatov convertiría el segundo tanto para los franceses. El partido estaba para el nocáut a esa altura, pese a que Arsenal intentaba desesesperado conseguir un descuento.

Ni siquiera el descuento de Chamberlain en el minuto 90 le alcanzaría a dar algo de respiro a los londinenses sde cara a la revancha puesto que en los descuentos, Ferreira-Carrasco sellaría el 3-1 final en favor de Mónaco, que ahora va a casa con una ventaja tranquilizadora. Mientras, Arsenal sigue acumulando decepciones por Europa de la mano de un apáico Arsene Wenger.