Monseñor Ezzati encabeza misa fúnebre de sacerdote Rodrigo Allendes
El arzobispo de Santiago presidió el responso del religioso quien se suicidó en el patio de la Parroquia Santa Clara de La Cisterna.
Monseñor Ricardo Ezzati presidió hoy la misa fúnebre del sacerdote Rodrigo Allendes Muñoz (45), quien fue encontrado ahorcado la madrugada del sábado en la parroquia Santa Clara de La Cisterna.
En el responso que comenzó a las 13 horas, también estuvo presente el cardenal arzobispo emérito de Santiago, Francisco Javier Errázuriz Ossa, el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Andrés Arteaga y Cristián Contreras Villarroel, además de cerca de 30 miembros del clero de Santiago.
Monseñor Ezzati se refirió brevemente a la muerte de Allendes y señaló que nadie puede juzgar la decisión tomada por el sacerdote.
"Es un sacerdote que se va en esta foma trágica. En la homilía dije que la vida es el don más grande que Dios nos ha regalado y con la vida siempre se pueden solucionar todos los problemas. Pero también dije que ninguno de nosotros, ni yo ni ninguno, tiene la sabiduría o la capacidad de juzgar lo qué pasa por el corazón de una persona humana, y por eso dejamos que el juicio sea de Dios y siempre sabemos que el juicio de Dios es misericordioso", dijo Ezzati.
En tanto hoy el Arzobispado de Santiago, a través de un comunicado, lamentó el fallecimiento del religioso y confirmó la denuncia presuntos abusos sexuales hecha en su contra.
"A sus padres y hermanos y a la comunidad parroquial, nuestras más profundas condolencias por su muerte, que nos tiene consternados y entristecidos", señala el texto, en el cual se pide "a toda la comunidad a orar por el descanso eterno del Padre Rodrigo Allendes y también por todas las personas que eventualmente se hayan visto ofendidas por su acción".
El organismo eclesiástico también afirmó en el documento que "el viernes 29 de julio, a las 17:30 horas, se acercó ante el Vicario de la Zona Sur de la Arquidiócesis (Miguel Hoban) el padre de un joven mayor de edad, quien informó que su hijo había presentado ante la autoridad civil una denuncia contra el sacerdote por un presunto abuso de carácter sexual. El Vicario le señaló que debía presentar de inmediato la denuncia ante el Canciller del Arzobispado de Santiago".
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