Monseñor Goic afirma que no se pueden seguir postergando soluciones amplias al tema mapuche

El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, dijo este sábado en su homilía del Te Deum de Fiestas Patrias, que la huelga de hambre de los comuneros mapuche ha significado para todos los chilenos una fuerte interpelación a la conciencia nacional.

"La falta de un diálogo abierto y sin condiciones; el olvido permanente del lugar que debieran ocupar los pueblos originarios; la postergación ancestral de sus reivindicaciones y derechos, forman parte de un trato injusto y discriminatorio que no nos ha hecho bien como país", sostuvo el presidente de la Conferencia Episcopal.

Sobre este último asunto, explicó que es urgente y necesario atender los reclamos cuando sean justos y respetuosos, pues "seguir postergando soluciones amplias e integrales al tema mapuche será una verdadera bomba de tiempo para nuestra convivencia nacional y para una adecuada y civilizada relación entre el pueblo mapuche y el Estado de Chile".

"Algunos de los sectores más afectados por esta situación son, además de los mismos pobres e indigentes, las mujeres, los jóvenes, nuestros grupos étnicos originarios, los trabajadores menos instruidos o especializados. No es posible que una situación así se siga replicando en nuestra sociedad moderna y altamente tecnologizada. ¡Es un drama que clama al cielo!, ¡Chile debe ser un país más equitativo!", expresó el titular de la CECH.

Añadió el obispo que, al inicio de este tercer siglo nacional, "nuestro esfuerzo mayor debe estar orientado y animado por la preocupación por los más vulnerables, los pobres, los que quedan al borde de los caminos o al costado de las mesas. Ello nos demanda muestras concretas de solidaridad profunda y verdadera, con gestos que nos comprometan y nos conduzcan hacia compromisos serios y perdurables. Parafraseando al Padre Hurtado, si no somos capaces de ver a Cristo en los pobres, nuestros problemas no tendrán solución".