Mucho castigo para la U

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Universidad de Chile cae 2-0 ante Corinthians, en Sao Paulo. Una derrota excesiva para lo que mostró el cuadro azul en el partido de ida por la primera ronda de la Copa Sudamericana.




Universidad de Chile regresa demasiado golpeada desde Brasil. Perdió 2-0 en su vista a Corinthians y quedó mal parada de cara a la revancha por la primera ronda de la Copa Sudamericana. El buen juego sólo le sirvió para el honor, porque los fríos números terminaron premiando la eficacia de un cuadro anfitrión que supo pegar en el momento preciso.

La U no merecía irse perdiendo en el primer tiempo. Jugó mejor que el dueño de casa, presionó y obligó el error del rival. La línea media, con Espinoza, Reyes y Lorenzetti, controlaban los tiempos del partido. El fútbol, sin embargo, no siempre premia las buenas intenciones. El fútbol siempre inclina por el equipo más contundente.

Y en esa faceta del juego, Corinthians sacó la ventaja mínima antes del descanso. En una de sus pocas llegadas, la única profunda de hecho, Rodriguinho puso el 1-0 a los 41 minutos. Con el arco desguarnecido, porque Johnny Herrera se había lucido en la misma secuencia con dos tapadas notables a Gabriel y Guilherme.

Demasiado castigo. Si los paulistas no parecían locales. Sus laterales, armas de peligro en cualquier equipo brasileño, no existían en fase ofensiva. Estaban más preocupados de contener a sus colegas del cuadro chileno, porque Franz Schultz y especialmente Matías Rodríguez pisaban una y otra vez el campo local. Un centro del primero, por ejemplo, llegó a los pies de Felipe Mora, quien a los 14' exigió una tremenda atajada de Cassio.

¿El pecado de la U? Su falta de profundidad. Mucho control, mucha amenaza, pero pocas estocadas. Y fue por eso que el equipo del chuncho se retiró al camarín con la cara triste.

En el inicio del complemento, retrasado por los actos delictuales y destrozos de los barristas azules que llegaron al Arena Corinthians (finalmente fueron expulsados del estadio por la policía), la U acentuó su dominio. Guillermo Hoyos mandó a Lucas Ontivero a la cancha, en lugar de Iván Rozas, el juvenil que dejó una buena impresión en la etapa inicial. Sorpresivo cambio, que dio resultados en un comienzo, porque el argentino profundizó cargado hacia la derecha.

Espinoza casi empata con un tiro libre. Ontivero exigió a Cassio con un tiro al primer palo. Los azules hacían méritos para anotar, sin ser tan punzantes. El cuadro chileno enfrentaba la desventaja y también el manejo impresentable del árbitro argentino Darío Herrera, quien no se atrevió a expulsar a Jádson por un codazo artero contra Ontivero.

Cinco minutos después, a los 69', el mismo volante paulista acrecentó la injusticia con un disparo bajo, imposible para Herrera. Fue el 2-0, doloroso por la forma en que jugaba el cuadro laico. Una cosa para anotar, eso sí. Hoyos ya había ordenado el ingreso de David Pizarro por Espinoza. El porteño, sin hacer un mal partido, pero muy impreciso para lo que acostumbra mostrar, le quitó roce y empuje al mediocampo azul. Su presencia no era ilógica, el error del técnico fue sacar a Espinoza del terreno.

Mora tuvo sus opciones para el descuento. No estuvo fino. La U, posiblemente, lamentará las ocasiones desperdiciadas, por pocas que hayan sido. Porque en el terreno internacional, frente a un grande de Brasil, dos goles de distancia parecen decisivos. Todo se define el 10 de mayo, en Santiago.

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