Mundo de la moda llora la muerte de Alexander McQueen

El modisto Karl Lagerfeld, director creativo de Chanel, y el multimillonario responsable de la casa Yves Saint Laurent (YSL), Pierre Bergé y el diseñador de Dior John Galiano, lamentaron hoy la muerte del diseñador británico Alexander McQueen.

El trabajo de McQueen era "muy interesante, jamás banal", aseguró Lagerfeld, quien señaló que en los diseños del británico había siempre "una atracción por la muerte" y era algo "deshumanizado".

"Quién sabe, quizá a fuerza de flirtear con la muerte, la muerte termine por atraerte", agregó el modisto de origen alemán.

También John Galiano, compatriota y colega de McQueen en el mundo de la alta costura, elogió a través de un comunicado al difunto, un "revolucionario" cuya "creatividad sedujo al mundo de la moda".

"McQueen era audaz, original, estimulante" resumió Galiano, quien lo bautizó como "formidable embajador británico de la moda" y reconoció una gran "admiración" hacia su trabajo en un recorrido similar al suyo propio, pues ambos habían "viajado" de la escuela de moda londinense St. Martins a París.

Por su parte Bergé, el que fuera compañero sentimental del fallecido modisto Yves Saint Laurent, indicó en la emisora "France Info" que McQueen era un "apasionado de la moda" cuyos "shows eran interesantes y hermosos", aunque recordó unos inicios algo fracasados en París del fallecido en aparente suicidio.

RYKIEL 
Sobre la muerte del modisto de 40 años, Nathalie Rykiel, directora de la casa Rykiel, declaró en "ITélé" que se trata del deceso de un hombre de "muy, muy gran talento", al que calificó como a uno de los creadores de moda más importantes del mundo.

Rykiel se refirió a McQueen como a un "rebelde" que tenía "el sentido del corte, de la estructura y del detalle" pero que era "alguien totalmente excesivo".

El presidente de el grupo francés PPR, François-Henri Pinault, al que pertenece el grupo de lujo Gucci propietario del 51% del grupo Alexander McQueen saludó en un comunicado a "uno de los más grandes creadores de su generación", una persona con un "genio a veces provocador" al que también describió como a "un visionario, un vanguardista".

El ministro francés de Cultura, Frédéric Mitterrand, se unió a las manifestaciones de duelo por la "brutal desaparición" del diseñador inglés, que "sumaba a su talento excepcional el encanto de la excentricidad" y que se lleva con él "una parte de su misterio", señaló en un comunicado.

Con McQueen, que "vivió una historia de amor con Francia", la mujer "aspiraba a cumbres de seducción y de fantasía, adornada con telas y formas deliciosamente obsoletas", agregó el máximo responsable de la Cultura gala.

La Federación Francesa de la Moda, sin embargo, prefirió no pronunciarse sobre la muerte del diseñador dado que su entorno había pedido discreción.

CARLOS DIEZ
Mientras que para el diseñador español Carlos Díez, el recientemente fallecido Alexander McQueen "trascendía los límites de la belleza y apostaba por una forma de entender la estética muy alejada del rancio mudo de la moda", aseguró hoy.

McQueen, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado esta mañana en su residencia del West End londinense, "tenía aún mucho que aportar" a esta industria, lamentó el español.

La alegría de alguien capaz de saludar en la pasarela al final de uno de sus desfiles vestido de peluche era uno de los rasgos distintivos del creador británico, del que Díez destacó "la continua búsqueda de la innovación tanto en la ropa, el maquillaje o los complementos".

"Siempre he intuido que éramos muy parecidos en nuestra filosofía, me sentía muy identificado con él a nivel estético", afirmó Carlos Díez, quien equiparó, "con todos los respetos", la pérdida para el mundo de la moda del británico con la de Yves Saint Laurent, fallecido en 2008.

Ya desde su primer desfile, "demostró ser un genio claro", cuya influencia iba a perdurar. En sus colecciones "planteaba otro tipo de estéticas y de volúmenes", con querencia por recrear un mundo apocalíptico y a su vez romántico.

"Encontraba la sencillez en el exceso", recordó el "enfant terrible" de la moda española, etiqueta con la que se identificaba a Alexander McQueen en Reino Unido.