Mutter, la violinista perfecta, celebra sus 35 años de carrera
La violinista "perfecta", la alemana Anne- Sophie Mutter, de gira por España, celebra 35 años de profesión con la satisfacción de no haberlogrado todos sus objetivos porque, como le decía su "descubridor", Herbert von Karakan, "si todos se han cumplido es que eran muy pequeños".
Mutter (Rheinfelden Baden, Alemania, 1963) actúa hoy en el Auditorio Nacional de Madrid, con la Sinfónica de Madrid, dirigida por Víctor Pablo Pérez, con un programa dedicado a Dvorak ("Concierto para violín") y a Bruckner ("Sinfonía número 6 en La Mayor").
Su visita a España coincide con la celebración de 35 años de su debut como solista -cuando tenía 13 años en Lucerna y al año siguiente en Salzburgo, ante Karajan, director de la Filarmónica de Berlín-, que Deutsche Grammophon ha querido celebrar con la edición de una tirada limitada de una caja de 40 CD, "ASM35", que agrupan todas sus grabaciones para esa discográfica entre 1978 y 2010.
El "tributo", ilustrado con un libro y que añade un doble CD con sus mejores interpretaciones, incluye la primera grabación que hizo con DG, cuando sólo tenía once años, tocando el solo de Prokofiev.
Además, aparece un álbum en el que interpreta nuevas obras de Wolfgang Rhim ("Litches Spiel" y "Dyade"), Sebastian Currier ("Time Machines") y Krysztof Penderecki ("Duo Concertante"), en el que se pone de relieve el compromiso de Mutter con la música contemporánea y que se suman a la veintena de obras creadas para ella.
"El mayor prodigio desde Yehudi Menuhin", como decía de ella Karajan, explica en el libro que quiere ampliar su ámbito artístico, como la polilla "que se va comiendo el repertorio poquito a poquito", con más creaciones contemporáneas pero también recuperando los conciertos virtuosos de Vivaldi.
La mayor parte de su bagaje como violinista, con el que empezó con 5 años, se la debe a su maestra, Aida Stucki, su principal profesora "en los años decisivos", mientras que de von Karajan, destaca que era "un jefe", con una mirada muy distinta a la de un solista.
"La gran suerte de mi vida para mi desarrollo artístico ha sido conocer a músicos extraordinarios", subraya.
A esta amante del fútbol y devota de Ronaldo, del Cristo de Velázquez y de su "stradivarius" de 300 años -"un ferrari que hay que saber cómo funciona"-, como ella se confiesa, le gusta explorar no sólo en la obra pretérita sino en el futuro, jugar con el sonido "que será", según afirma el musicólogo Oswald Beaujean.
Su principal motor, señala Beaujean, es la sed de redescubrir permanentemente su instrumento, de ahí su placer en trabajar con compositores que "encuentren algo más" en el violín, que imaginan otros lenguajes sonoros y extraen de él una sensualidad inédita.
La música perfecta, como la define su ex marido, el director y compositor Andrè Previn, forma parte de la cantera de los "artistas supremos, como Karajan o Larrocha", "a miles de kilómetros de los demás", inaccesibles y serenos en su maestría, con un repertorio sonoro casi sin límites, que la convierte en la violinista ideal.
"No hay ningún otro músico por el que tenga más admiración", señala rendido Previn (Berlín, 1929), que estuvo casado con Mutter de 2002 a 2006.
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